La entrevista que el periodista Henrique Cymerman realizó al Papa Francisco –y que publicó unos días antes en el diario La Vanguardia-, fue vista el pasado domingo por la noche por 2,2 millones de personas a través de la cadena de televisión Cuatro, lo que supone un 11,6% de cuota de pantalla, un resultado bastante alto.
La cuota normal de Cuatro está en torno al 6,7%, por lo que el incremento fue considerable y significativo.
Según los datos de Kantar Media durante los 50 minutos que duró la emisión de la entrevista el consumo de televisión en esa franja horaria fue de casi 19 millones de personas.
De ellas, el 16% veían la película de La 1, un 15% veía la película de Antena 3, un 12,5% se reían con los chistes del nuevo estreno de El Club de la Comedia en La Sexta y un 11,6% seguían la entrevista papal, la primera en la historia del papado (y de la TV) concedida a una televisión española. Como hemos dicho, el contenido ya se había difundido por escrito en La Vanguardia.
La entrevista tuvo lugar tras la visita del Papa a Tierra Santa y el encuentro que mantuvo en el Vaticano con el presidente de Israel Shimon Peres y el líder palestino Mahmud Abas. El contenido de la entrevista fue muy similar al publicado en el periódico la Vanguardia días antes.
En la pregunta más específicamente española, sobre la situación entre Cataluña y España, la TV permitió ver el expresivo lenguaje del rostro del Papa al pronunciarse "preocupado por la unidad" y pedir que cualquier secesión "se tome con pinzas" (minuto 46.50).
Además, se ve que su respuesta es más larga y detallada que en "La Vanguardia". Como ejemplo de secesión inevitable pone Yugoslavia, cuyos "pueblos evidentemente no pegaban ni con cola" y que se dividen al morir Tito (o caer el régimen). Es evidente que no es el caso de Cataluña y en la versión de TV se ve con una claridad que el texto de La Vanguardia no recogía.