El movimiento católico Comunión y Liberación, fundado en Italia en los años 50 por el sacerdote y maestro Luigi Giussani, ha publicado un documento de reflexión sobre el papel de la política, el voto y los cristianos, su relación con la ideología y con la "vida real".
El texto se titula "Por una amistad social".
"Nuestra vida pública, muy ideologizada y con una violencia dialéctica exasperante, parece haber perdido ese «nexo» con la realidad, con la vida cotidiana de la mayoría de los ciudadanos. Cuando nos disponemos a afrontar varias convocatorias electorales, el debate político promueve un ambiente de fractura en nuestra sociedad que no refleja nuestra experiencia real", afirma el texto.
Más allá de las izquierdas y derechas: la realidad
"Se nos dibuja un país dividido en derechas e izquierdas, invitando a caer de un lado o del otro. El que no cae de mi lado es enemigo. Y al enemigo ni agua. Pero no es así en nuestras familias, en las que un candidato de izquierdas tiene un padre de derechas o un votante de derechas tiene una hija de izquierdas. Con todo, el ambiente enrarecido consigue nublar nuestra experiencia real y separarla de unas ideas que asumimos como nuestras, y que tal vez promovemos, a pesar de que nuestra realidad las desmiente".
El Magisterio de la Iglesia Católica insiste en que la política debe estar al servicio del bien común y a ello deberían dedicarse los católicos en su actuar político.
"¿Es el “bien común” un concepto demasiado abstracto? ¿Es un ideal inalcanzable? ¿Tenemos que resignarnos a definir nuestra convivencia a partir del axioma de Hobbes, “el hombre es un lobo para el hombre”?", se plantea el documento.
Dejar la ideología: examinar los hechos reales
Comunión y Liberación anima a dejar de lado las ideas ideológicas, prefabricadas, y examinar las realidades.
"Compartimos deseos y exigencias que definen nuestra naturaleza común. Cuando ellos son nuestro punto de partida es fácil reconocer en el otro un compañero de camino y no un enemigo. Nuestra experiencia nos enseña que somos capaces de colaborar por el bien común en contextos donde no todos piensan igual, como en la familia o en el trabajo. Y el pasado reciente nos enseña que hemos colaborado también en el contexto más amplio de nuestra sociedad: durante la Transición se dejaron atrás enemistades y se sacrificaron posiciones para salir de la dinámica de la violencia y el rencor", dice el texto.
"La política debe recuperar su vocación de servicio al bien común, que no se reduce al bien de una mayoría que legítimamente se ha impuesto con sus votos", exhorta.
El Papa Francisco ha pedido, por ejemplo, "reconocer que cada idea necesita ser verificada y remodelada confrontándola con la realidad” y “dispuestos a reconocer que es crucial poner en marcha iniciativas generando amplias colaboraciones en lugar de concentrarse en la ocupación de puestos” (Cesena, 1 de octubre 2017).
No basta "poner una papeleta", hay que ser protagonistas de la vida común
Por eso, el texto de Comunión y Liberación afirma: "En tiempo de Elecciones no queremos reducirnos a elegir el color de la papeleta sino ser protagonistas de la construcción de la vida común. De hecho, los criterios para el voto se hacen más claros cuando somos conscientes de nuestro protagonismo".
El texto ofrece unos ejemplos de acción solidaria y social con misioneros o voluntarios o iniciativas educativas. Y afirma: "Los ejemplos arriba citados son experiencias reales que funcionan en su ámbito y que nacen de la misma pasión de Cristo por abrazar todo lo humano. E indican una cierta política. Como estas hay muchas en nuestra sociedad. Es tarea de todos ponerlas encima de la mesa como protagonistas que somos de la vida pública. Y es tarea de la buena política identificarlas y favorecerlas, derivando de ellas líneas de acción que sirvan para todos".
El texto completo se puede consultar aquí.