Han sido cuarenta días especiales de octubre y noviembre, la primera campaña de 40 Días por la Vida con la nueva ley española que, en teoría, busca multar a quien "acose" o "dificulte" el acceso a las clínicas abortistas en España.
La realidad de estos cuarenta días es que esta ley no ha frenado en nada a esta veterana campaña provida de oración que, al contrario, parece haber salido más fortalecida que nunca, con 5.500 voluntarios bien coordinados y contactados, y presencia en 22 ciudades. La sencilla lista de "trucos legales" para no ser multados funcionó bien.
De las 22 ciudades, 17 lograron mantener turnos completos, desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche.
Se trata de pequeños grupos de personas que rezan a cierta distancia, no abordan a las mujeres ni trabajadores, ni dificultan el acceso. Muestran carteles ofreciendo ayuda y oración, pero no se acercan a la clínica.
Problemas legales en 2 ciudades de 17; superados
Hubo problemas legales sólo en dos ciudades: Barcelona y Vitoria. Las autoridades del resto de ciudades no intentaron obstaculizar a los pequeños grupos orantes.
En Barcelona, los Mossos d'Esquadra acudían una y otra vez a pedir a los voluntarios sus documentos de identidad. La consellera de Igualdad hizo que su conselleria "denunciase" la actividad a la Fiscalía, según anunció, pero no sucedió nada: simplemente, rezar sin obstruir el paso a cierta distancia de la clínica, no es delictivo. En Barcelona, los grupos no solo perseveraron sino que lograron que fuera la única ciudad de España con grupos ante 3 clínicas al mismo tiempo.
El otro lugar con complicaciones fue Vitoria, en el País Vasco. Allí, los trabajadores del abortorio Askabide denunciaron -falsamente- que los voluntarios organizaban escraches y supuestos acosos. Sin investigar, la directora de la Ertzaintza, Victoria Landa -conocida por su activismo feminista radical- dictó una resolución el 5 de octubre obligando a los voluntarios a alejarse 200 metros del abortorio.
Ellos recurrieron esa norma y el Tribunal Superior autonómico la declaró no conforme a Derecho, admitiendo que "la Administración actuó incorrectamente al margen de las atribuciones recogidas en el ordenamiento jurídico aplicable al exigir la modificación del lugar de reunión". Fue, por lo tanto, una victoria legal y un precedente importante para la campaña provida y los voluntarios volvieron a acercarse a su distancia habitual, apoyados por voluntarios de otras ciudades. El equipo legal de 40 Días por la Vida sigue el caso de los 5 voluntarios absurdamente denunciados.
En las otras 20 ciudades, la campaña transcurrió con normalidad, orando con humildad y sencillez ante los negocios abortistas.
“Quizá ha sido la campaña más difícil a la que nos hemos enfrentado hasta ahora, la más perseguida, la que ha generado mayor confusión, la más difícil de gestionar. Pero hemos podido decirle a la sociedad y a nuestro gobierno que no tenemos miedo y no hemos dejado de rezar porque rezar salva vidas”, ha declarado, satisfecha, Nayeli Rodríguez, coordinadora de 40 Días por la Vida en España.
Misa de clausura y frutos visibles
Los frutos completos de la oración, en este apostolado como en tantos otros, sólo los pude ver Dios. Pero hay algunos frutos que sí se pueden ver.
La organización, por ejemplo, ha coordinado a 5.500 voluntarios, y la campaña ha generado 10.300 horas de oración por el fin del aborto. Ese es un capital espiritual y humano a tener en cuenta, y con el que cabe contar en futuras campañas.
Además, a los organizadores les constan al menos las historias de 5 madres que han desistido de abortar al ver que se les ofrecía ayuda y acompañamiento.
En agradecimiento a Dios, y para pedir que Él siga la obra y proteja a madres, bebés y voluntarios, el domingo 6 de noviembre se celebró una misa de clausura en cada una de las ciudades donde se llevó a cabo la campaña.
Además, explica la organización, "se han organizado cuatro recogidas online para ayudar a las madres rescatadas en la campaña de cuaresma que están dando a luz ahora. Recogidas en las que se pedían productos básicos como pañales o toallitas para los bebés. Los productos han sido entregados a estas madres gracias a la generosidad de tanta gente anónima que no es indiferente a las necesidades de las madres".
Una novedad: por primera vez un obispo acude a '40 Días'
En otros países es común que los obispos acudan con sus feligreses a orar en las campañas de 40 Días por la Vida (vea aquí varios ejemplos). Este año ha sucedido por primera vez en España, y el pionero ha sido José Ignacio Munilla, obispo de Orihuela-Alicante, quien difundió por redes su foto con los voluntarios. En diversas ciudades, además, acudieron sacerdotes con gran sensibilidad por la causa de las embarazadas y los bebés.
Un momento histórico, un obispo en España -el pionero es J.I.Munilla, en Alicante- reza ante un abortorio con 40 Días por la Vida.
Es más común que clérigos de cierto status participen en las misas de inicio o de fin de campaña. Así, en la misa de clausura del 6 de noviembre presidió en Valencia el cardenal Antonio Cañizares y en Toledo presidió el obispo auxiliar, don Francisco César Magán.
Mujeres y hombres con la vida cambiada
En esta campaña, una de las madres fue rescatada en Barcelona cuando iba a solicitar un aborto para su embarazo de mellizos. Natalia -que así se llama la madre- contó en un vídeo su experiencia animando a todos a conocer a sus bebés cuando nazcan y sentenció que el aborto es un crimen y en ningún caso es una opción.
En Valladolid, dos hombres jóvenes se acercaron a los voluntarios, tristes porque sus parejas parecían decididas a abortar a sus hijos. Ellos comprendían que ya eran padres, aunque su bebé no hubiera nacido aún. Pero finalmente, ante el ofrecimiento de ayuda de los voluntarios y las asociaciones, las madres decidieron seguir adelante con sus embarazos, para alegría también de los jóvenes padres.
En Sevilla los voluntarios vivieron una situación dura y dolorosa.Supieron del aborto tardío provocado a un bebé de seis meses de gestación con malformaciones, que finalmente falleció. El padre de bebé fue quien se acercó a rezar con los voluntarios y les dio las gracias por orar por todos los niños y en especial por el suyo. Más tarde se acercó la abuela del bebé a rezar también. Los voluntarios sevillanos declaran que ese día, a pesar de todo "fue un regalo de Dios porque los familiares fueron consolados por Dios a través de los voluntarios de 40 Días por la Vida”.
Sobre 40 Días por la Vida
Este movimiento de oración y ayuno en defensa del no nacido pide a Dios el fin del aborto provocado. Surgió en EEUU en 2004 y hoy está presente en 65 países, entre ellos, España. Realiza 2 campañas de 40 días cada una, en Cuaresma y en Otoño. Muchos voluntarios concienciados a través de la oración, dan luego el paso de colaborar en otros apostolados provida, apoyando a las embarazadas y creando una cultura de la vida más acogedora con madres y bebés.
El popular YouTuber Marcel García, firme defensor de la vida, acudió ante la clínica abortista Dator a ver qué hacían los voluntarios de 40 Días por la Vida.