Entonces la policía empezó a actuar con detenciones y desde entonces ya no hay más asaltos que interrumpan las misas en España.
Este 13 de marzo han sido detenidos otros 2 activistas de la asociación pro-aborto y anticlerical Arran, por su interrupción del culto en Sant Miquel.
Se suma a la detención de otros 2 jóvenes el pasado tres de marzo y de otros 3 jóvenes el diecisiete de febrero: en total, 7 detenidos.
Los últimos detenidos son dos mujeres que han prestado declaración en la Jefatura Superior de Policía de Baleares en Palma.
Los 3 detenidos del 17 de febrero eran una mujer y un hombre de 24 años y un chico de 17 años.
Se les acusa de delitos contra los artículos 523 y 524 del código penal, que castigan la alteración de ceremonias religiosas y la ofensa de sentimientos religiosos en lugares de culto.
Este es el vídeo que los agresores grabaron presumiendo de su asalto a la iglesia mallorquina:
El menor quedó en libertad tras prestar declaración ante la policía y los otros dos después de comparecer también ante el juez de guardia.
La Policía también ha actuado en Sevilla deteniendo a principios de febrero a una joven española de 25 años acusada de haber intentado quemar la Iglesia de Santa Marina con un artefacto incendiario casero el pasado 5 de enero; también fue la llenó de pintadas abortistas y anticatólicas varias iglesias de Sevilla.
Con estas detenciones, los activistas abortistas han dejado de "ocupar" iglesias e interrumpir cultos, aunque mantienen otros formatos como encadenarse a enrejados de iglesias (lo hicieron en la catedral de Terrassa y la Sagrada Familia de Barcelona) o subirse al tímpano y otros sitios elevados de la entrada (lo hicieron en Santa María del Mar, en Barcelona) -sin impedir el paso al templo, para no ser acusados de alterar ceremonias religiosas- o, simplemente, tirando botes de pintura a edificios sin ser vistos, como hicieron activistas de Arran contra la iglesia bautista de Torredembarra (Tarragona) el reciente 8 de marzo, Día de la Mujer.
El de Torredembarra ha sido -por ahora- el único ataque de un grupo abortista contra un centro de culto no católico desde que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, anunció su reforma de la ley del aborto.
Más allá de las actividades delictivas cristianófobas de grupos abortistas o anarquistas, se da la circunstancia de que en España la mayoría de actos públicos de cristianofobia (exactamente dos de cada tres) no los protagonizan marginales ni inadaptados, sino que los realizan políticos y cargos electos, como analiza el informe 2013 del Observatorio de la Libertad Religiosa en España.