Más de 3,5 millones de los 5,3 millones de alumnos matriculados en España (dos de cada tres), cursan actualmente la asignatura de Religión, 1,7 puntos porcentuales menos que el curso pasado, un descenso que se debe, según los obispos de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, a las "dificultades y trabas de tipo social, legislativo y administrativo que se ponen a la enseñanza religiosa", entre otros motivos.
Así se desprende del informe anual sobre el número de alumnos que reciben formación religiosa y moral en la escuela elaborado por la Conferencia Episcopal Española (CEE) a partir de los datos aportados por 61 diócesis de las 69 existentes en España.
Concretamente, el estudio revela que en los colegios públicos eligen la enseñanza de Religión algo más de la mitad de los alumnos (un 56,5%), un 1,8% menos que en el curso anterior.
Este porcentaje aumenta hasta un 69,8% en los colegios privados (de iniciativa social) que no pertenecen a la Iglesia y hasta un 97,7% en los colegios de titularidad privada que pertenecen a la Iglesia.
En estos dos últimos casos, la cifra de estudiantes que han elegido cursar Religión ha crecido un 1,6% y un 1,5%, respectivamente, con respecto al curso pasado.
Por tramos de edad, en los colegios públicos, los cursos en los que menos alumnos eligen cursar la materia de Religión son Bachillerato (26,6%) y la ESO (40,4%), frente a Infantil y Primaria donde entre un 64 y un 68% de los estudiantes eligen esta asignatura.
Mientras, en las escuelas privadas de titularidad civil, eligen cursar Religión un 50,9% de los estudiantes de Bachillerato, un 62% de los de la ESO, un 75,6% de los de Primaria, y un 70,5% de los de Infantil.
Por otro lado, en las escuelas privadas de titularidad canónica, es decir, pertenecientes a la Iglesia, el porcentaje de alumnos que han optado por estudiar Religión este curso es similar en todos los cursos (desde un 96,5% en Bachillerato hasta un 97,7% en Infantil).
Además, los obispos de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis han publicado una nota dirigida a toda la comunidad católica para recordar "el papel significativo de la enseñanza escolar de la religión católica, ante todo, un ejercicio de la libertad religiosa y del derecho a la educación de los hijos por parte de los padres, según sus convicciones religiosas".
Mirando al futuro, los obispos afirman que "la LOMCE mejora la situación de la enseñanza religiosa escolar en las etapas de Educación Primaria y Educación Secundaria" pero que su regulación en Bachillerato "no garantiza la oferta obligatoria de la asignatura por parte de los centros" y, por tanto, "no garantiza de manera suficiente y adecuada el derecho de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que aquellos deseen".
De hecho, afirman que "el resultado será aún peor que la anterior situación bajo la LOE".
En este sentido, los vicarios y delegados diocesanos de Enseñanza de toda España, manifestaron en las últimas Jornadas Nacionales que se celebraron del 6 al 8 de febrero, su "desacuerdo" con el tratamiento que la LOMCE da a la enseñanza religiosa en Bachillerato y a la regulación prevista de los horarios, "que augura una disminución de horas de la asignatura de religión".
Ante esta situación, los obispos piden que la enseñanza religiosa, como "derecho fundamental" de los padres y de los alumnos, sea "una asignatura equiparable a las fundamentales, de oferta obligatoria para los centros y voluntaria para los alumnos" y que el hecho de recibir o no recibir esta enseñanza "no suponga discriminación académica alguna en la actividad escolar".
Según recuerdan, tanto la Constitución, en su artículo 27.3, como el tratado internacional entre el Estado y la Santa Sede de 3 de enero de 1979, constituyen normas "de obligado cumplimiento" por referirse al ejercicio de un derecho fundamental.
Los prelados concluyen la nota agradeciendo a los padres de los alumnos en edad escolar "el ejercicio libre y responsable del derecho que año tras año muestran" al decidir que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que responda a sus convicciones.