El obispo de Bilbao, Mario Iceta, aseguró el jueves que los miembros de la Iglesia vasca no han sido invitados "a ningún tipo de implicación" en un posible proceso de desarme de ETA, al tiempo que afirmó que su labor está más centrada en la reconciliación y en favorecer la convivencia.

Además, destacó que los miembros de la Comisión Internacional de Verificación no le han consultado nada.

En una entrevista en Radio Euskadi, Iceta recordó que la Iglesia tiene "una dimensión propia", de manera que "no es un elemento político más".

"En este caso, a día de hoy, nadie nos ha pedido ningún tipo de implicación ni hemos sido invitados a ningún tipo de implicación", señaló.


Preguntado por si están dispuestos a colaborar si alguien se lo pide, monseñor Iceta afirmó que estudiarían qué se les pide y qué podrían ofrecer. "Nosotros siempre estamos dispuestos a colaborar en el bien, en los problemas de la sociedad, en ayudar a las personas a resolver las cuestiones", aseguró.

En este sentido, el obispo apuntó que la Iglesia tiene su propia especificidad, que "va mucho más allá de lograr una convivencia pacífica, un respeto de unos a otros, y una normalización de la convivencia en nuestra sociedad".


En este contexto, el exmiembro de ETA Iñaki Rekarte, que rompió con la banda y se acogió a la vía Nanclares, afirmó ayer que ETA "inevitablemente" tendrá que pedir perdón a las víctimas.

"No lo sé, pero creo que sí, inevitablemente", respondió en una entrevista en la cadena Ser tras ser preguntado si la banda pedirá perdón.

"A muchos les acompleja pedir perdón, no sé si lo hará ETA en uno de sus comunicados, pero persona por persona creo que se darán esas situaciones", añadió.

A su juicio, ETA tiene la voluntad de entregar las armas: "Cobertura política no creo que tenga para seguir con lo que han hecho durante años, pero tendrán sus condicionantes y querrán salir airosos, liberar a sus presos, salvar el culo a los que están por ahí perdidos".