El primer cardenal español que crea el Papa Francisco tiene elementos del nuevo estilo pontificio: "huele a oveja", cuando habla "se le entiende todo"... y ha sido el más rotundo azote del socialismo "progre" en los últimos años en España.

En 2008, ya jubilado, cuando el presidente Zapatero llevaba casi 4 años haciendo leyes radicales anti-familia, declaró en la Universidad San Pablo CEU: "analizando las cosas objetivamente, no es compatible" ser cristiano y socialista... "El tratamiento de la familia, el tratamiento del aborto, la campaña de la eutanasia, y la asignatura de la Educación para la Ciudadanía"... 

Y añadió: "los obispos tienen que dar el paso de decirlo".  


El Papa Francisco creará cardenal a monseñor Fernando Sebastián, arzobispo emérito de Pamplona, que durante 4 años fue obispo de León, durante otros 5 lo fue como coadjutor de Granada y de 1993 a 2007 fue arzobispo en Navarra. Sus tres últimos años pastoreando Pamplona, bajo la primera etapa del gobierno de Zapatero, que combinaba políticas anticlericales con retóricas falsamente ingenuas, fueron ricos en gestos didácticos del obispo que plantaba cara a la deriva radical del nuevo socialismo.




La declaración que resume la función didáctica del arzobispo durante el zapaterismo fue lo que dijo en abril de 2006 cuando en una rueda de prensa le preguntaron por el apoyo del Partido Socialista a una campaña para conceder derechos humanos a los simios. "Me da risa. Por hacer el progre se puede hacer el ridículo", comentó.

Y criticó que el Gobierno "no conceda derechos de persona a los niños sin nacer" y "se los vaya a conceder a los monos". "Esta es o una sociedad ridícula o dislocada", añadió. "Para los monos habrá que pedir derechos de simios, derechos simiescos, pero no pedir derechos humanos ya que sería como pedir derechos taurinos para los hombres".


Unos meses después, con motivo del 28º aniversario de la Constitución Española, el Partido Socialista publicó el manifiesto "Constitución, laicidad y educación para la ciudadanía" (puede leerse en PDF en la web del PSOE: www.psoe.es/download.do?id=53903 ).

En realidad era una soflama para justificar el adoctrinamiento laicista y en valores "progres" en los colegios españoles (aunque el manifiesto lo llamaba "formar conciencias libres, activas y comprometidas con el mínimo común ético constitucional").

El arzobispo Fernando Sebastián desmanteló los sofismas del manifiesto en un artículo sencillo en 12 puntos firmado el 9 de diciembre de 2006 (puede leerse aquí en Zenit.org). 

Su opinión del manifiesto, rotunda: "no me parece un texto bien elaborado, contiene confusiones importantes y esconde una concepción de la vida política injusta con la religión y excesivamente autoritaria. Un texto, además, que con apariencias laudatorias desplaza el valor y el verdadero sentido de la Constitución".

"Déjennos ser católicos con todas las consecuencias, más todavía, ayúdennos a ser buenos católicos", pedía Sebastián al poder socialista y a los poderes públicos. "Porque de nuestra catolicidad nacen para nosotros los fundamentos de una sólida ciudadanía, abierta y sincera que estamos dispuestos a compartir con los demás grupos en un esfuerzo constante por construir y actualizar un patrimonio común respetuoso con las convicciones de todos".


En marzo de 2007 el arzobispo publicó un largo documento sobre la situación política en España. El documento ya no se encuentra en la web arzobispal de IglesiaNavarra.org, pero estaba localizado en esta dirección: 
www.iglesianavarra.org/ARZOBISPO%202007/070317_
SITUACION_IGLESIA.htm

Uno de sus párrafos admitía que los grandes partidos en España hoy son "radicalmente laicos y claramente laicistas" y que ningún partido grande intenta ser fiel a la Doctrina Social de la Iglesia.

El arzobispo Sebastián analizaba la posibilidad de votar partidos extraparlamentarios. Este párrafo, que en marzo pocos atendieron, llamó más la atención al acercarse las elecciones locales unas semanas después. Lo copiamos:

»Hoy en España hay algunos partidos políticos que quieren ser fieles a la doctrina social de la Iglesia en su totalidad, como p.e. Comunión Tradicionalista Católica, Alternativa Española, Tercio Católico de Acción Política, Falange Española de las JONS. Todos ellos son partidos poco tenidos en consideración. Tienen un valor testimonial que puede justificar un voto. No tienen muchas probabilidades de influir de manera efectiva en la vida política, aunque sí podrían llegar a entrar en alianzas importantes si consiguiesen el apoyo suficiente de los ciudadanos católicos. Por eso no pueden ser considerados como obligatorios pero sí son dignos de consideración y de apoyo.

»Los grandes partidos, los que rigen la vida social y política son todos ellos aconfesionales, algunos radicalmente laicos y claramente laicistas. En esta situación la doctrina de la Iglesia la podemos resumir así:

»- La Iglesia no exige, ni recomienda, la constitución de partidos confesionales (partidos sólo de católicos, sólo para católicos, con política pretendidamente católica, incluso en las cuestiones contingentes y opinables).

»- Es legítimo a los católicos participar en partidos no confesionales, colaborando con no católicos, siempre que se reconozca la validez de la ley moral natural como norma moral para el tratamiento de todos los temas políticos.

»- Los partidos laicos, para que los católicos puedan participar en ellos, deben también reconocer y respetar la libertad de conciencia de los católicos para manifestar sus puntos de vista confesionales como fundados en la recta razón, y se admita la objeción de conciencia en todos aquellos temas que les parezcan contrarios a la moral natural o a la moral católica, tanto en las decisiones partidistas, como en las votaciones de los diputados y las decisiones de gobierno.

»- Los católicos no deben intervenir en aquellos partidos que expresamente nieguen la existencia de una ley moral objetiva que se debe respetar en la vida política o se manifiesten contrarios a la libertad religiosa de los ciudadanos en general, de los católicos, o de la Iglesia católica sin el reconocimiento de la objeción de conciencia y de la libertad religiosa de sus propios militantes y representantes."

Fernando Sebastián es el único obispo español que públicamente ha hablado de los partidos extraparlamentarios "que quieren ser fieles a la doctrina de la iglesia" como "dignos de consideración y apoyo".

Y ahora Sebastián será cardenal.


Pocas semanas después, escribía una carta dominical más sencilla orientando el voto cristiano, que sí se conserva en la web de la diócesis:
www.iglesianavarra.org/fernando-sebastian/2007/04/votar-en-conciencia/

»Los católicos tenemos claro que no podemos apoyar programas o proyectos políticos que:

-amenazan el derecho a la vida de los seres humanos desde su concepción hasta la muerte natural,
- alteran esencialmente la concepción del matrimonio desprotegiendo la realidad de la familia,
- debilitan las bases de la convivencia.

»En el caso, nada infrecuente, de que ninguna opción política satisfaga las exigencias morales de nuestra conciencia, la recta conciencia nos induce a votar aquella alternativa que nos parezca menos contraria a la ley natural, más apta para proteger los derechos de la persona y de la familia, más adecuada para favorecer la estabilidad social y la convivencia, y mejor dispuesta para respetar la ley moral en sus actividades legislativas, judiciales y administrativas.

Y añadía:

»Es preciso anteponer los criterios morales a las cuestiones y preferencias opinables y contingentes de orden estrictamente político. Habrá cuestiones secundarias que tengamos que dejar en un segundo plano para atender en primer lugar a los aspectos y consecuencias de orden moral de nuestro voto. Esto ocurre siempre que las propuestas de los partidos desbordan sus legítimas competencias y afectan a cuestiones de orden moral que tienen que estar por encima de los avatares políticos.




Las orientaciones del arzobispo no gustaron al colectivo "Cristianos Socialistas", que en las elecciones locales y autonómicas pretendían buscar algún votante cristiano (Incluso en 2013 el CIS muestra que 7 de cada 10 votantes del PSOE se declaran católicos, aunque 7 de cada 10 de esos socialistas católicos admiten que no van a misa casi nunca).

Tres de estos "Cristianos Socialistas" (Carlos García de Andoin, Eduardo Ortiz y Román Felones) publicaron una carta en el Diario de Navarra el 12 de mayo de 2007 diciendo al arzobispo que debería exigir a las formaciones extraparlamentarias españolas "la aceptación del orden democrático y constitucional".

También estaban molestos con la afirmación de que hay unos temas morales prioritarios (“aceptar y favorecer lo que esté conforme con la ley natural”, en sus implicaciones respecto al aborto, la eutanasia, el matrimonio y la familia, y la tranquilidad y estabilidad de la convivencia) porque les parecía "una evidente toma de partido". Pedían asumir otros criterios. (La carta puede leerse en la web del PSOE en PDF, aquí: www.psoe.es/download.do?id=94031‎).


Un par de meses después, en la fiesta de los sanfermines, el arzobispo Sebastián aparecía en fotos en la prensa en una procesión con los pies descalzos: un gesto de desagravio público muy infrecuente, quizá único, entre los obispos españoles en el s.XXI.



No iba solo: unos 8.000 fieles le acompañaban ese domingo 15 de julio para mostrar su repulsa contra una pancarta grosera y blasfema que una peña había exhibido esos días. Un gesto público, en unión con los fieles de Pamplona, que sin duda se puede considerar propio de un pastor con "olor a ovejas".


En la Semana Santa de 2007 Sebastián predicó un sermón de las 7 palabras sobre el dolor de Cristo en la Cruz. (En IglesiaNavarra.org se publicó aquí).

No despertó un especial interés hasta que a principios de 2008 alguien decidió acusar a la Iglesia de estar a favor del morir entre sufrimientos y oponerse no sólo a la eutanasia, sino también a los cuidados paliativos.

Más de 40 diarios sacaron titulares variados. El digital anticlerical El Plural titulaba "El arzobispo emérito de Pamplona carga contra la eutanasia y el laicismo". Gara, el diario vasco independentista-socialista de entorno pro-ETA titulaba "Fernando Sebastián defiende el dolor ante los cuidados paliativos. El arzobispo emérito de Iruñea, Fernando Sebastián, reivindicó ayer en Valladolid la muerte sin cuidados paliativos, arremetiendo contra la mayoría social". En El País, un tal Javier Mina se burlaba: "Cuidados paliativos. Resultaría terrible para la iconografía cristiana una cruz de la que pendieran goteros, sondas y cables".


Por esas fechas, volvía a España después de 9 años en el Europarlamento una diputada socialista de relevancia mediana llamada Elena Valenciano, que mantenía un blog (lo dejó en 2013 para pasarse a Facebook), en el cual usaba un estilo tosco, con expresiones como "la puta vida", "mi super cojonudo equipo"... y aprovechó para cargar contra el obispo y reírse de Cristo, sus sufrimientos y su resurrección (puede leerse en http://elenavalenciano.com/2008/03/respuesta-al-arzobispo-emerito-de-pamplona/ ).



Escribió:

»Respuesta al arzobispo emérito de Pamplona (25 Marzo, 2008)
»Dice el Sr. Arzobispo que Cristo no recibió cuidados paliativos y que ése es el camino…
»Yo le contesto: “estoy dispuesta a que renunciemos a los cuidados paliativos antes de morir con la condición de resucitar al tercer día” ¿dónde hay que firmar?

Este estilo chusco no impidió a Elena Valenciano trepar puestos
en el Partido Socialista a medida que Zapatero y su equipo se retiraban.

El arzobispo Sebastián tuvo que responder a una prensa que no hacía sus deberes con una carta que publicó La Razón. Este fue su texto:

»El Viernes Santo prediqué en la Plaza Mayor de Valladolid el Sermón de las Siete Palabras. Algunos comentaristas han mostrado su extrañeza y su protesta ante unas palabras mías que interpretan como si yo hubiera hablado contra los cuidados paliativos.

»Para evitar confusiones y malentendidos quiero aclarar el verdadero sentido de mis palabras. En ningún momento me manifesté contra los cuidados paliativos que la Iglesia de Jesucristo siempre ha recomendado y practicado. Lo que yo quise decir es lo siguiente:

»1.Jesús no tuvo, no pudo tener, cuidados paliativos, a pesar de lo cual murió dignamente, porque vivió su muerte confiando en Dios, con amor y con esperanza.

»2.Puede haber muertes sin dolor que sin embargo no sean dignas de una persona. Y puede haber muertes injustas y dolorosas que la persona puede asumir y vivir con entera dignidad. Pensemos en las muertes de los mártires.

»3.La fe en Jesucristo nos proporciona la capacidad de aceptar la muerte y vivirla con serenidad y esperanza. Con su muerte y su resurrección Jesús humanizó la muerte. Basta con creer en El y acogerse a su misericordia. Firmado: Fernando Sebastián Aguilar / Arzobispo Emérito de Pamplona


En mayo de 2008, el ya arzobispo emérito se molestaba en refutar también un "decálogo del laicismo político" que publicaba el diario anticlerical Público (su edición en papel desaparecería 4 años después).

Sebastián criticaba que con ese decálogo laicista "la Iglesia, los católicos, la religión cristiana no merecen la consideración ni la ayuda que merecen el deporte, o el cine, o los concursos de belleza. Sólo les falta pedir que nos pongan una multa por ser católicos".


Pero quizá fue un día especialmente directo el de abril de 2008 en el que Sebastián habló con claridad en un encuentro de "Católicos y Vida Pública" en la Universidad San Pablo CEU de Madrid, cuando Zapatero llevaba casi 4 años haciendo leyes radicales anti-familia.

Efe recogía sus frases: "analizando las cosas objetivamente, no es compatible" ser cristiano y socialista, dijo el arzobispo. E insistió: "El tratamiento de la familia, el tratamiento del aborto, la campaña de la eutanasia, y la asignatura de la Educación para la Ciudadanía", son cosas, dijo, que "no puedo entender".

Y dio un mensaje a sus hermanos obispos: "los obispos tienen que dar el paso de decirlo" [que no se puede ser socialista y católico hoy en España]. Admitió que hablaba con esa libertad porque "ser jubilado tiene muchas ventajas".

Y ahora, en 2014, ser cardenal, sin duda, tendrá algunas más.

Nacido en Calatayud hace 84 años, Fernando Sebastián será cardenal sin derecho a voto; la púrpura le llega como reconocimiento a su trayectoria y a su estilo. Pamplona no es habitualmente una sede cardenalicia, y no ha habido capelos cardenalicios para Valencia o Sevilla.

El reconocimiento, parece, no es sólo a su persona, no es el reconocimiento a un trabajo callado y oculto... es, más bien, un micrófono o un altavoz a un hombre que habla con libertad y estilo directo.

Como el Papa Francisco.