El Obispo de San Sebastián (España), monseñor José Ignacio Munilla, ha subrayado que la "calidad" del proceso de paz "va a depender de la cantidad y la calidad de los arrepentimientos" y de que éstos sean "profundos", al tiempo que ha considerado que "el reconocimiento del mal causado" que han realizado en su conjunto los presos de ETA, "es claramente insuficiente". En ese sentido, ha advertido de que "si ese paso no se profundiza más, puede ser carente de valor ético-moral".

En una entrevista a la cadena Cope, recogida por Europa Press, Munilla se ha referido también al apoyo mostrado por las Comunidades Cristianas Populares, el colectivo Herria 2000 Eliza y la Coordinadora de Sacerdotes de Euskal Herria a la manifestación por los derechos de los presos de ETA, convocada por ´Tantaz Tanta´ para este sábado en Bilbao, y ha destacado que se trata de "grupos minúsculos".


En ese sentido, ha afirmado que "para tener autoridad moral en la reivindicación de los derechos humanos de los presos, que es indiscutible que los tienen como todos los seres humanos, es necesario partir de una inequívoca condena de los actos terroristas que han cometido" porque, según ha asegurado, "lo contrario sería una falsedad, sería invocar la justicia para amparar la injusticia o para ofender a las víctimas de esos presos de ETA".

En cuanto a los derechos humanos de los presos, el prelado donostiarra ha recordado que "la Iglesia los reconoce y trabaja en su tutela en la pastoral penitenciaria que lleva adelante en todos los centros penitenciarios".


"Ahora bien, cuando estos colectivos le piden a la Iglesia que tome postura en temas como las sentencias judiciales o la política penitenciaria, tienen que tener en cuenta que el cometido de la Iglesia no es el de pronunciarse, el de tomar postura política sobre cuestiones que pueden tener opciones diversas, igualmente legítimas, y que de hecho son discutidas y matizadas según las distintas sensibilidades", ha remarcado.

Munilla ha opinado que la aportación de la Iglesia "en general" y de los obispos "en particular" en el proceso de paz es la de "subrayar una serie de principios morales evangélicos que, por otra parte, no son un patrimonio exclusivo de los creyentes, sino que forman parte de la ley natural y hasta del mismo sentido común".


A su entender, es necesario "el arrepentimiento por los crímenes cometidos y la petición de perdón". Por ello, ha considerado que "el reconocimiento del mal causado" que han realizado en su conjunto los presos de ETA "es claramente insuficiente".

"Incluso me atrevería a decir que si ese paso no se profundiza más, puede ser carente de valor ético-moral y que, además, puede ser compatible con una postura soberbia", ha agregado.

El obispo de San Sebastián ha insistido en que "frente a los que piensan que el arrepentimiento y la petición de perdón son unos conceptos específicamente religiosos y que, por lo tanto, no son extensibles a toda la sociedad, la calidad del proceso de pacificación en el que estamos inmersos va a depender de la cantidad y la calidad de los arrepentimientos".


A su juicio, "de lo contrario nos vamos a encontrar con una paz meramente estratégica, que es compatible, no ya con asesinatos, pero sí con odios, ofensas y exclusiones". "Si no hay arrepentimientos profundos, la paz no tiene calidad", ha concluido.