La caída de un rayo en un transformador próximo al Santuario de la Virgen de la Barca es por ahora la principal hipótesis sobre la causa del incendio que ha calcinado por completo esta capilla.
Unas llamas que, aunque controladas, continuaron debido al fuerte temporal de viento que azotaba la zona. «Por desgracia, está totalmente destrozado, no se va a poder salvar casi nada. Protección Civil está ahora mojando la zona porque el fuego, aunque controlado, se ha avivado por el viento», relató a este periódico el alcalde Félix Porto.
«A las 6:15 o 6:30 de la madrugada un rayo despertó a todo el pueblo, y desde las 8 de la mañana llevo recibiendo llamadas de todos los voluntarios. Pero a pesar de los numerosos medios, el Santuario no se ha podido salvar de las llamas», asegura.
«No ha quedado nada. El retablo central del siglo XVII, el altar de estilo barroco, se ha quemado por completo, tan sólo se han salvado de las llamas algunos bancos», explica el párroco. A las 19:00 horas de ayer tan sólo se mantenía en pie la cúpula central. Por eso, dijo el párroco, «una vez que se apague el incendio, cuando vengan los técnicos de Patrimonio, esperamos que nos autoricen a cubrir con una lona el techo con el fín de evitar que se caiga la cúpula».
Lo que sí se ha salvado al 100% es la imagen original de la Virgen de la Barca, ya que «por temor a los robos, la que se encontraba en la capilla era una recreación. La original, del siglo XIII o XIV, está en una casa particular», asegura el párroco. Hecho que también confirma el alcalde.
El resto ha sido pasto de las llamas. «No hace ni seis meses que se rehabilitó el Santuario de la Virgen de la Barca. En torno a unos 400.000 euros se habían destinado a la recuperación de toda la parte exterior, la carpintería y el repicado de piedra. Se había recuperado el antiguo suelo de piedra que estaba bajo un suelo de plaqueta de hace 30 o 40 años», recuerda el alcalde. Pero Porto lo tiene claro, «aunque esté en un estado prácticamente irrecuperable, vamos a recuperar el Santuario. El coste no lo sé, pero se va a recuperar».
Pero el párroco don Manuel no las tiene todas consigo. «Hay buena voluntad, pero, como se suele decir, "del dicho al hecho hay un buen trecho". La gente está emocionada, espero que esta promesa no se olvide o se excusen por la situación económica del país», incide don Manuel.
«Este enclave –prosigue el párroco– es muy importante, ya que es donde se erigió el primer santuario de Europa a la Virgen y sobre sus ruinas se levantó de nuevo en el siglo XII y por último, entre el siglo XVII y XVIII».
«Además, es un lugar de peregrinaje y es muy querido por todo el pueblo. Antiguamente las campanas de este santuario, en días de neblinas, avisaban a los barcos con su sonido de que estaban a punto de tocar roca», recuerda el párroco que daba misa todos los domingos en esta capilla «donde ayer iban a dar una misa muy especial con motivo de la Navidad a la que iban a acudir 1.200 personas», recuerda conmovido don Manuel Liñeiro, que a sus 85 años acababa de volver tras estar todo el día pendiente de las llamas.