A menudo los exorcistas también son visitadores de prisiones y conocen el mundo de la delincuencia. Todo se enlaza en la falta de libertad, y en la necesidad de liberación que promete Jesucristo.
Es el caso de Joan Prat i Jorba, sacerdote de 40 años natural de Igualada. Además de ser el exorcista de la diócesis de Vic es también capellán de la prisión de Lledoners, famosa en los noticiarios por albergar a los políticos del "procés" independentista, encarcelados por sedición y malversación. Y, en otro orden de cosas, es también el consiliario del movimiento Comunión y Liberación en la diócesis.
En TV3 han entrevistado a mosén Prat, pero no para que hable acerca de los políticos, sino acerca de alguien mucho más malo: el demonio.
Ya 4 años de experiencia
"¿Existe el diablo? Sí, el diablo existe", responde mosén Prat a los periodistas.
Lleva 4 años de exorcista oficial en la diócesis de Vic (450.000 habitantes en la Cataluña central) y ya ha visto muchas cosas inquietantes.
"Hay gente que practica espiritualidades extrañas, que buscan y quieren saber cosas del más allá, y entran en ritualizaciones extrañas. Hay muchas cosas mezcladas. Hay personas que caen en sectas, que entran en esoterismos extraños y que llaman a puertas muy raras", comenta.
En buena parte, su trabajo en la prisión o en las tareas exorcísticas se parece, y también se parece a un psicólogo: consiste en dedicar muchas horas y días a hablar con personas heridas, angustiadas y con miedos.
Cuando el psiquiatra y el médico se asombran
En el trabajo exorcístico, colabora con psicólogos y psiquiatras. "Hay un momento que el mismo psiquiatra llega a decir: 'ya no sé, no veo el por qué'", explica Prat, refiriéndose a la causa de los síntomas de los oprimidos por el diablo.
"Cuando en un caso extremo, una persona queda liberada solo usando la oración, para muchos médicos es motivo de sorpresa y admiración y de reconocimiento de este trabajo", señala el exorcista.
Lo primero que Prat deja claro es que "el diablo quiere apartarnos del amor de Dios. Quiere que nosotros actuemos directamente haciendo el mal".
Otra cosa es su acción extraordinaria, "misteriosa y extraña, es excepcionalísima", constata.
Los exorcistas, detalla el de Vic, son muy estrictos a la hora de preservar la intimidad de las personas que solicitan su ayuda, que cada vez son más.
Fuentes de la Iglesia confirman a TV3 que cada una de las diez diócesis con sede en Cataluña ya tienen su exorcista oficial, algo que pidió el Papa Francisco a inicios de su Pontificado y se ha ido cumpliendo.
El reportaje de TV3 (en catalán)