Fernando Valera, natural de Bullas (Murcia) es desde el pasado fin de semana el nuevo obispo de Zamora, la diócesis más envejecida de la envejecida España (la edad media de los españoles es de 43 años, en Zamora es de casi 51; Orense, Lugo y León se acercan a Zamora).
A su toma de posesión en la hermosísima catedral zamorana no acudió ningún representante del ayuntamiento o la diputación. Tampoco ningún representante de la administración autonómica o nacional. En Zamora gobierna desde 2015 el alcalde Francisco Guarido Viñuela, que es el único alcalde que tiene Izquierda Unida (postcomunistas) en una capital de provincia española.
En una entrevista detallada en Zamora24horas, el nuevo obispo comenta: "A mí me resulta un poco extraño [que no acudiera ningún representante local o autonómico], sobre todo por la iglesia de Zamora. Me resulta extraño que sus instituciones nos excluyan. En cierta medida, hay cierta marginación y me parece sorprendente".
¿Es que es Zamora una zona especialmente anticlerical de la envejecida Castilla rural? En un reportaje en el diario de izquierdas Público, sobre el gobierno local zamorano, "no hay una Zamora roja. Gana Guarido y su equipo, no Izquierda Unida. Aunque la verdad es que en las elecciones tampoco tenían rival”, recogían, citando a Óscar Antón, presidente de la Asociación de Cofrades Luz Penitente.
La ceremonia de toma de posesión, que en otras ordenaciones albergó hasta 1.200 asistentes, en esta sólo contó con 250 personas, por precaución ante el coronavirus. Se retiraron los bancos de las naves y el trascoro para colocar sillas. No se encendió el sistema de calefacción y las puertas permanecieron abiertas para airear el emblemático edificio.
Aunque no acudieron políticos en representación institucional, sí hubo representantes de la Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil y la Subdelegación de Defensa.
Del sur de España a la España vaciada
Con 60 años, el obispo Fernando Valera llega desde la cálida Murcia, la región más religiosa de España, a una provincia envejecida y de inviernos fríos. La diócesis cuenta con 150.000 habitantes, 300 parroquias y 130 sacerdotes, muchos de ellos muy ancianos. Parte de la provincia pertenece a otra diócesis, la vecina Astorga, manteniendo unas fronteras que datan de la época romana del emperador Claudio.
En la entrevista en Zamora24horas el obispo explica que es hijo de un agricultor y una modista y que tuvo una infancia feliz jugando con una docena de niños de su misma calle en Bullas. En la adolescencia tuvo una temporada de ser mal estudiante. "Dejé de ser un alumno aplicado y tuve problemas de conducta y en los estudios. La adolescencia la viví así. Luego cuando empecé la carrera ya cambió todo, otra vez".
Se considera "de ciencias y sobre todo la rama de Geología, Biología y Química porque me gustaba el mundo del campo, de la tierra. Yo hubiese hecho Agronomía, que es lo que hice en COU en ese marco de estudios", señala. Entenderá, por lo tanto, el mundo rural zamorano. Entró en el seminario con el apoyo de su familia y de los sacerdotes de su parroquia.
"Hacía más de 20 años que no había venido a Zamora"
En octubre de 2020 el Nuncio le telefoneó para explicarle su nombramiento como obispo. "Uno no piensa en Zamora. Nuestra realidad es por la zona sur, pero ese pensar que te vas al origen de esta nación, con esas raíces cristianas… Tenía esa imagen de Zamora, de ser raíz de esta nación e iglesia, una imagen bonita. Hacía más de 20 años que no había venido a Zamora. Había estado en Toro y Zamora y tenía recuerdos de la Catedral. Solo conocía a Francisco García Martínez, ahora Decano de Teología en Salamanca, que fuimos compañeros en Roma. Era la referencia más cercana que tenía de Zamora".
El nuevo obispo espera ahora participar en la famosa Semana Santa de la ciudad. "Espero que este año puedan salir las procesiones y participar en todos los actos que pueda. Quiero estar cercano a esta realidad de religiosidad popular. Es una oportunidad para mostrar el evangelio y la junta directiva de la Junta Pro Semana Santa, con la que ya he estado, tiene muchas ganas de hacerlo bien y de anunciar a Jesucristo a través de esta realidad".