Algunos párrocos de Cataluña han entrado en el juego político y prestan el lugar sagrado a posiciones que dividen a la comunidad cristiana. Una de ellas es la del independentismo y, aunque su exposición pública es minoritaria entre el clero, hay sacerdotes que ofrecen el espacio de la iglesia para enarbolar mensajes políticos.
Eso ha pasado en el pequeño municipio ampurdanés de Jafre (Gerona), de poco más de 400 habitantes, cuyo párroco, Joan Planellas, ha plantado una estelada (bandera independentista) en el campanario de la iglesia Sant Martí.
Una parroquiana de la iglesia, Dolors Caminal, pintora y esposa del dramaturgo Albert Boadella, lleva unos cuantos meses quejándose a las autoridades eclesiásticas para denunciar el caso.
Según explica a ABC Caminal, el año pasado escribió una carta a la Conferencia Episcopal Española (CEE) para quejarse. «Nos respondió en una misiva el secretario general de la CEE, Juan Antonio Martínez Camino, emplazándonos a abordar el asunto con los obispos catalanes».
El pasado septiembre, tras la Diada, Caminal escribió una carta al obispo de Gerona, Monseñor Francesc Pardo. «No puedo comprender como ahora el cristianismo se dedica a publicitar las proclamas de los partidos políticos de una forma tan descarada como es ofrecer el campanario», señalaba en su misiva al obispo.
«Esta situación me lleva a considerar que la doctrina universal desarrollada por la Iglesia Católica se encuentra, en este caso, en radical contradicción con sus postulados, ya que se implica en una vía política que fomenta la insolidaridad y el odio entre el resto de nuestros hermanos españoles, que promueve el enfrentamiento entre hermanos de una misma comunidad», proseguía la carta, en la que Caminal advertía que moralmente no podría seguir contribuyendo con la Iglesia a través de la casilla del IRPF.
El obispo de Gerona respondió a su misiva y ofrecía su «disponibilidad» a escucharla si es necesario personalmente y exponerle «mi visión de los hechos». «No es lo que yo quería. Los motivos que tenga el obispo debe explicarlos públicamente, no entre las paredes de su despacho», afirma Caminal. Y así se lo hizo saber en otra misiva a Monseñor Pardo.
Llegados a aquí, la «estelada» sigue meciéndose al viento en lo alto de la Iglesia de Sant Martí y no habido más explicaciones. Pero Caminal no ceja en su empeño y se propone llevar el caso al Vaticano. «Ya estoy preparando la carta», avanza.
Antes de llamar a las puertas de la Santa Sede, Caminal podría haber intentado tratar la controversia con el párroco de la iglesia de Jafre, el padre Joan Planellas, «pero no tengo por qué hacerlo, porque si ha puesto la bandera está claro qué piensa», alega.
«Estos señores no son de la parroquia», espetó Planellas a la periodista de ABC. «La “estelada” se puso porque el pueblo la pidió. Y yo no puedo ir contra el pueblo», aduce el párroco, quien no precisa quién ni cómo. Y explica que se viene haciendo desde hace varios años. Se pone la «estelada» por la Diada y se queda ahí hasta que se acaba la Fiesta Mayor, que este año empieza el sábado y acaba el lunes, día de Sant Martí. «Después del lunes se quitará», afirma. La tradición se extiende, parece, porque en el municipio cercano de Medinyà también luce la «estelada» en el campanario.
«Jafre es un pueblo que vive en paz. Ellos se quejan porque les gusta la polémica. ¿Pero a ellos que les va en ello?, afirma Planellas. ¿Pero no cree que la Iglesia debería estar al margen de la política?, insiste ABC. «Le repito que la bandera la pone el pueblo, no la parroquia», replica. «Es una cosa del pueblo», abunda el padre Planellas, que zanja la discusión con una frase lapidaria para Caminal y su esposo, Albert Boadella: «Que se pongan la bandera española en su casa, si quieren».