Solo un día después de que las religiosas de Belorado se reafirmasen en su abandono de Roma "libre y voluntariamente", cuando concluía el plazo dado por el arzobispado,  el obispo Mario Iceta ha declarado su excomunión. Concretamente afecta a las diez clarisas que fueron citadas al tribunal eclesiástico el pasado viernes, enviando en su lugar un burofax informando de las razones de su incomparecencia.

"Nos hemos ratificado todas y cada una de nosotras, unánimemente, en no personarnos a este juicio eclesiástico al no reconocer la autoridad de ese Tribunal, ni su jurisdicción sobre las almas, y menos aún sobre nosotras -tras habernos separado voluntariamente para adherirnos a la Fe Católica-, ni, por ende, las penas canónicas que deriven de él", declararon las ya exreligiosas.

Por ello, este mediodía, en calidad de Comisario Pontificio y Representante Legal de los Monasterios de Belorado, Orduña y Derio, el obispo Iceta ha comunicado "el Decreto de declaración de excomunión y la Declaración de dimisión (expulsión) ipso facto de la vida consagrada a todas y cada una de las diez hermanas que han incurrido en cisma".

La resolución arzobispal también incluye la "declaración de dimisión o expulsión inmediata de la vida consagrada de las diez integrantes del convento de Belorado que habrían firmado el burofax reafirmándose en su decisión". 

La excomunión recae de forma personal sobre cada una de ellas: "Son las mismas hermanas las que han mostrado su decisión libre y personal de abandonar la Iglesia Católica. Ante esta decisión, es necesario recordar que la Declaración de excomunión es una acción jurídica considerada por la Iglesia como una medida medicinal, que mueva a la reflexión y a la conversión personal", se lee en el decreto de excomunión. 

Con todo, la comunidad de clarisas de Belorado no desaparece. Según indica el decreto, "sigue existiendo comunidad monástica formada por las hermanas que no han incurrido en excomunión, al no haber secundado el cisma". Es decir, las clarisas de Belorado son ahora las cinco hermanas que podrán permanecer en el monasterio y que continúan perteneciendo a la comunidad, así como otras que actualmente no se encuentran en el.

Como informa El Mundo, la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu ha previsto la forma de atender de modo inmediato a las hermanas que quedarán en el mismo Monasterio de Belorado, desplazando para habitar en el mismo a algunas hermanas procedentes de otros monasterios de la Federación.

El decreto concluye remarcando que las hermanas mayores son "una prioridad" para el arzobispado.

"La Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu ha previsto la forma de atender de modo inmediato a estas hermanas en el mismo Monasterio de Belorado, desplazando para habitar en el monasterio a algunas hermanas procedentes de otros monasterios de la Federación", se lee. 

Buscan una solución "pacífica y extrajudicial"

El siguiente paso será el abandono del monasterio de Belorado por parte de las excomulgadas.

Este lunes, los servicios jurídicos del Arzobispado analizarán los pasos a seguir. Asimismo, se estudiará la documentación que han adjuntado los abogados de las exreligiosas por burofax, para comunicar al obispo Iceta que las clarisas habían nombrado una comisión para negociar una solución "pacífica y extrajudicial".

Como informaba este viernes Burgos Conecta, una comisión formada por el bufete de Santander Sarabia y Asociados, GTRS y el abogado Florentino Alaez, se habría puesto a disposición de negociar para llegar a una solución pacífica y extrajudicial al conflicto que mantienen con el arzobispado de Burgos, tras ratificar su decisión de salir de la Iglesia.

Los mediadores se han puesto este viernes a disposición de las autoridades eclesiásticas para entablar una negociación, maniobra que parece responder a iniciativa de las excomulgadas.  Los responsables de la mediación solicitan que el arzobispado nombre una comisión homónima que permita el reconocimiento de lo que consideran sus derechos personales y patrimoniales.

El equipo escogido por las exreligiosas quieren mediar entre las dos partes, monseñor Mario Iceta y ellas porque, declaran "se encuentran indefensas y sin ningún tipo de recursos".

El Arzobispado ha indicado a EFE que la intención es que las religiosas de la Federación entren "a la mayor brevedad posible" en el monasterio para atender a las monjas mayores, aunque saben que la actual comunidad las está atendiendo perfectamente, y dicha entrada no se producirá hasta que no salgan las ya excomulgadas.