La decisión que acaba de tomar el cardenal Rouco de nombrar a ocho exorcistas para la diócesis de Madrid no tiene precedentes en toda España y en su historia.

Sin duda, la gran demanda que está recibiendo la archidiócesis de Madrid de sus fieles, y de la feligresía de otras diócesis que no tienen exorcistas, solicitando ayuda para liberarse de posesiones demoníacas, o bien de influencias maléficas (amarres, magia negra de brujas y quiromantes, mal de ojo, echadores de cartas y esoterismos varios, incluído el reiki), ha llevado al cardenal Rouco Varela a nombrar, de golpe, a ocho exorcistas para atender esta enorme avalancha de peticiones.

Son muchas las víctimas de ese mundo esotérico que crece sin cesar ante la secularización de la sociedad, presentándose síntomas cada vez más evidentes y cuantitativos de infestación demoníaca.

El cardenal Rouco ha elegido a sacerdotes de su presbiterio de recta doctrina y profunda vida espiritual, que tienen como misión enfrentarse cara a cara con el diablo.

Según han confirmado a Religión en Libertad fuentes del arzobispado de Madrid, "los ochos sacerdotes confirmados por el cardenal Rouco para el ministerio de exorcistas están en un periodo de formación acelerado" que coordina César Franco, uno de los tres obispos auxiliares de Madrid. 

Como la pastoral de exorcismos no ha estado muy presente en la Iglesia en España en los últimos 40 años, no son muchos los expertos que puedan aportar conocimientos sobre esta materia.

Por eso, los nuevos exorcistas están estudiando a marchas forzadas el "Ritual renovado de Exorcismos", aprobado por Juan Pablo II en 1998. 

Algunos de los neoexorcistas también se han sumergido en la lectura del antiguo Ritual, el Rituale Romanum, que data de 1614, o, sobre todo, del ritual de 1952, y que en opinión del Padre Amorth "es mucho más eficaz que el actual, y que continúa siendo válido". Dicho Ritual no deroga el anterior, que puede seguir usándose previa solicitud del Obispo diocesano a la Sede Apostólica.

También están leyendo el libro, ya clásico, del padre Gabriele Amorth "Habla un exorcista"  (Planeta+Testimonio), en donde cuenta sus batallas contra el diablo, a través de historias reales que ha vivido en primera persona a lo largo de 50 años.

El padre Amorth, religioso paulino, es desde hace más de 25 años exorcista oficial del Vaticano, además de formador del 80 por ciento de los exorcistas que ejercen en este momento en la Iglesia.

Asimismo, otra de las referencias imprescindibles de los nuevos exorcistas es el libro "Para liberarse y sanar. Consejos y oraciones de liberación y sanación" del padre Ghislain Roy, un sacerdote canadiense formado por el padre Emiliano Tardif. El padre Ghislain es conocido en España por los multitudinarios retiros de sanación y liberación que viene realizando en los últimos años.

Por último, el reciente libro de José María Zavala "Así se vence al demonio" (LibrosLibres) de enorme divulgación en los dos últimos años con cuatro ediciones en la calle, es otro de los soportes de formación ya que narra historias de exorcistas y de poseídos.

El arzobispado de Madrid está dividido territorialmente en ocho vicarías, y el cardenal Rouco Varela, ante la gran avalancha de víctimas del "mundo oculto", quiere que cada una de sus vicarías cuente con un exorcista oficial.

De momento se ha descartado desde la curia madrileña la instalación de un "teléfono único" que pueda atender las demandas solo para este ministerio de sanación y liberación, para encuazarlas posteriormente a uno de los exorcistas.

Así pues, serán los fieles que lo requieran los que tendrán que llamar a una de esas vicarías y solicitar una cita con el exorcista correspondiente.

Los nuevos exorcistas también contarán con un equipo de psiquiatras que ayudarán, en algunos casos, a discernir, ante la solicitud del sacerdote, si la persona
en cuestión sufre alguna alteración psiquiátrica y, por lo tanto, se descarta la influencia maléfica.

Los exorcistas también están obligados a conocer el mundo de las drogas y las sectas, y los recursos disponibles para ayudar a las personas implicadas en estas problemáticas, muy ligadas a lo satánico.

Los ocho nuevos exorcistas de la diócesis de Madrid se enfrentarán a cuatro acciones extraordinarias de Satanás:

Posesión diabólica
Es la acción más grave del demonio. Se produce cuando éste toma el cuerpo de una persona, aunque no su alma, y la hace actuar bajo su control sin que la propia persona pueda responder con libertad. 

Vejación diabólica
Son tormentos que no llegan a posesión. En ocasiones hay personas que presentan unos síntomas sin que los médicos puedan dar una respuesta. Sufren una transformación inexplicable en su vida, sobre todo en sus afectos, salud, en sus relaciones sociales o en el trabajo.

Obsesión diabólica
La persona sufre una serie de pensamientos obsesivos e, incluso blasfematorios, sin que pueda razonablemente frenarlos.

Infestación diabólica
Puede afectar a casa, objetos o animales...

Actualmente sólo el 26% de las 69 diócesis españolas tienen exorcistas, según un estudio del padre Antonio Doñoro titulado: Exorcismos. Fuentes y teología del Ritual de 1952 (Toledo, 2011), y que es, hasta la fecha, la aproximación más rigurosa y profunda que se ha realizado sobre la situación del ministerio de liberación en las diócesis españolas. Por eso, la decisión que ha tomado el cardenal Rouco Varela de nombrar de golpe a ocho exorcistas marca un antes y un después dentro de la Iglesia en España, y señala el camino para que todos los obispos disponga de, al menos, un sacerdote cualificado, para poder enfrentarse cara a cara con el diablo.

Hace pocos meses, el cardenal Angelo Scola, arzobispo de Milán y uno de los hombres de mayor confianza de Benedicto XVI, multiplicó por dos la plantilla de exorcistas de su diócesis —de 6 a 12— instalando una centralita para atender a los posibles endemoniados

Ante la avalancha de fieles que reclaman ayuda a los sacerdotes de Milán para discernir si tienen algún tipo de infestación del demonio en sus vidas, influencia o posesión, el cardenal scola decidió ampliar el número de sacerdotes dedicados a esta pastoral.

Monseñor Angelo Mascheroni, obispo auxiliar y responsable desde 1995 del Colegio de Exorcistas señala en una entrevista en la web oficial de la archidiócesis, que cada vez son más las llamadas de fieles que solicitan un nombre, una dirección, un teléfono y algún lugar seguro donde poder aliviar el sufrimiento de algún familiar o amigo que consideran poseído por Satanás.

Con el aumento del esoterismo y la generalización de la actividad de brujos, quiromantes y echadores de cartas por todo Italia, las víctimas de esa magia destructiva aumentan por doquier.

"Por esto -dice monseñor Mascheroni- hemos activado una centralita en la Curia de lunes a viernes de las 14.30 a las 17.00. Quien tenga necesidad puede llamar y encontrará a una persona que le indicará un contacto en su zona para evitar que hagan largos viajes".

Monseñor Mascheroni señala que la labor principal de sus exorcistas será la de escuchar, atender con serenidad a quienes sufren y dejarles claro que “el Señor siempre es más fuerte que el diablo”.

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