Felipe Heredia, auditor de la Rota Romana, compartió los días del precónclave con el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio: "Es un hombre muy normal y positivo que transmite confianza y paz. Pero yo nunca hubiera pensado que podría llegar a ser Papa", afirma el prelado español en una entrevista concedida a Álvaro Soto para el diario LaRioja.com.
Como experto canonista, descarta que el entonces arzobispo de Buenos Aires pidiese en 2005 que se le dejase de votar: "En la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por Juan Pablo II y reformada por Benedicto XVI, quedaba ´prohibido´ negarse a ser Papa. Aunque un cónclave es secreto, yo opino que ahora ha sido elegido y aquella vez, no".
Monseñor Heredia destaca que Francisco "es un hombre marcado por la espiritualidad de San Ignacio de Loyola y va a traer precisamente eso, espiritualidad. Ha dejado muy claro que sin vida espiritual no puede haber apostolado. La Iglesia no puede ser una ONG, la Iglesia es de Jesucristo". Además, "este Papa va a conceder una gran espiritualidad a la acción caritativa y la acción social de las parroquias".
"Aunque ahora su condición de jesuita es algo secundario, porque es el Papa de todos", continúa, "sí es algo muy bueno. Es un jesuita clásico, no de los últimos tiempos, y eso nos ayudará a todos en la percepción de la vida espiritual".
"¿Cuál es la diferencia entre los jesuitas clásicos y el resto?", pregunta Soto: "El jesuita clásico está muy unido a la espiritualidad de San Ignacio. En los últimos tiempos, esa visión ha sido contestada por un punto pseudosocial que pretendía acercarse hasta las fronteras de la antropología hoy reinante, del laicismo, a veces desprovista de la espiritualidad de los jesuitas clásicos".
"Quien espere que el Papa va a introducir una gran ruptura o una descafeinización de la Iglesia se quedará muy desilusionado cuando descubra que es un hombre de Iglesia con una gran identidad cristiana", añadió Heredia.