Durante la rueda de prensa de presentación de la Misa de las Familias, que se celebrará un año más coincidiendo con la festividad litúrgica de la Sagrada Familia, el domingo 30 de diciembre, en la Plaza de Colón, Mons. Juan Antonio Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares y Presidente de la Subcomisión Episcopal de Familia y Vida de la CEE, explicó qué significa esta fiesta y por qué se celebra.
En su intervención, puso de manifiesto que el lema elegido este año para la celebración es “La familia cristiana esperanza para hoy”. Y dio cuatro razones por las que él considera que la familia cristiana es esperanza hoy en la sociedad actual.
Así, señaló que “la familia cristiana sabe que el autor del matrimonio es Dios”. Por eso, “cuando nace una familia cristiana, lo hace con la seguridad de que va a introducirse en algo que ha preparado el Creador para la felicidad de los esposos, para el bien de los hijos y su educación, y para llegar adonde no llegan las fuerzas humanas, en concreto, a la capacidad de amar. La familia cristiana sabe que cuenta con la gracia de Dios, con la gracia del sacramento del matrimonio, que es una realidad sagrada, y con el apoyo de toda la comunidad cristiana”.
Citando al profesor Enrique Rojas, Mons. Reig apuntó que “el principal problema que tenemos en España son las rupturas familiares” y que “la familia cristiana tiene el antídoto para esas rupturas familiares, que están provocando tanto sufrimiento en las personas, ya que afectan tanto a lo que es el bien de los hijos como al bien de la sociedad. Entendemos, ha dicho, que una familia que nace desde la fidelidad matrimonial, posibilitada por la gracia de Dios, es la gran respuesta a la crisis social que estamos sufriendo en España. Es esperanza para hoy, porque se sabe en las manos de Dios, ayudada por la gracia que le da la capacidad de un amor fiel e indisoluble. Y con esto favorece el bien de los esposos, de los hijos, y su educación”.
Otra razón que expuso fue la de que “la familia cristiana es esperanza para el mundo de hoy” y que “con ella se favorece la procreación para salir al paso del drama que supone el invierno demográfico en España”. Para Mons. Reig, “España no tiene futuro sin hijos. Si España continúa teniendo la baja natalidad que tiene, no tiene futuro. Y tampoco lo tiene como civilización”. Y es que “la voluntad de los esposos cristianos es abrirse generosamente al don de los hijos. Sin hijos, las civilizaciones no tienen futuro, y no se va construyendo la sociedad desde lo que se supone el crecimiento en la custodia del amor matrimonial y en la procreación”.
Un tercer motivo por el que Mons. Reig Pla considera que la familia es esperanza para hoy es porque, a su juicio, a los españoles les preocupa “la custodia de los niños desde el amor y desde la educación. La especificidad del matrimonio es niños educados por un padre y una madre, de tal manera que tengan los estereotipos de lo masculino y lo femenino. Niños que sean educados desde el principal motor de la educación, que es el amor. Si algo se da en la familia es la gratuidad del amor, y esto lo favorece la familia cristiana sabiendo que, por la estabilidad y la fidelidad matrimonial, los niños van a poder contar con su padre y con su madre. Así, la familia es, a la vez, la plataforma para la transmisión de la fe para continuar en la tradición de la civilización cristiana. Sin la familia, la transmisión de la fe se rompe. La fe da la esperanza, y sin fe es imposible abrirse a un horizonte sin miedo”, ha asegurado. “Eso se garantiza cuando los cristianos, los esposos, viven la propia fe y la practican”.
Además, apuntó como cuarto motivo el hecho de que “en España, las familias han hecho una red tupida de ayudas entre ellas, de tal manera que el principio de caridad y solidaridad es algo que está respondiendo a través de las organizaciones eclesiales – Cáritas u otras instituciones- para que a nadie le falte lo necesario para sobrevivir. Sin solidaridad entre las familias difícilmente podemos salir al paso de tantas personas que les falta el trabajo, que se ven avocadas a la pobreza, que viven la soledad”. Y es que, ha dicho, la familia es “iglesia doméstica para que en ella se practique el amor concreto a las personas, asistiéndolas en cualquiera de sus necesidades: desde cuando son niños hasta cuando crecen y necesitan educación, cuando están enfermos, cuando envejecen, o cuando sufren cualquiera de las razones que los hacen disminuídos físicos o psíquicos”. Por todo ello, Mons. Reig Pla ha afirmado que “celebrar la fiesta de las familias es dar esperanza a España”.
En este sentido, habló de la Misa que se celebrará el domingo 30 de diciembre en la Plaza de Colón, y a la que “están invitados a participar todos los obispos de Europa que han venido en años anteriores. También habrá una representación europea. Y la presencia cualificada del Sucesor de Pedro, el Papa Bendicto XVI. Estará presente en la Misa el Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, don Vincenzo Paglia”.
Mons. Reig Pla concluyó afirmando que “queremos ser, dentro del contexto español y europeo, una llamada a la esperanza. Proponer a España que hay respuesta y antídoto a estas cuatro crisis: las rupturas familiares, el invierno demográfico, la crisis de la educación en España, y la solidaridad necesaria para salir de estos momentos difíciles que vivimos en España”.