La ministra de Educación de España, Isabel Celaá, anunció este jueves en el Congreso que el primer proyecto de ley que aprobará el Consejo de Ministros del nuevo Gobierno será el de una nueva ley que derogue la LOMCE, la actual ley de educación.
Con la nueva normativa pretenden blindar el adoctrinamiento por parte del Estado prohibiendo la posibilidad del pin parental y siguiendo la línea de la ministra cuando aseguró que los hijos no pertenecen a los padres. Según la ministra socialista, la nueva ley hará un reconocimiento expreso de los derechos del niño y del “interés superior del menor” en la educación, según el cual el Estado quiere colocarse por encima de los padres a la hora de que sus hijos reciban o no formación acorde a su moral o religión.
Las críticas a la ministra
"Es una cuestión de dominio común, hasta los niños pequeños saben que ellos son titulares de sus propios derechos y las familias tienen que salvaguardarlos. Imagínense que los padres no quisieran hacerlo", aseguró Celáa.
Por su parte, la diputada de VOX, Georgina Trias, contestó a la ministra que “el pin parental o pin constitucional al que usted se opone frontalemente es una fórmula para evitar el adoctrinamiento so capa de laicidad, contra la falta de neutralidad en la educación de conciencia”. Además, acusó al Gobierno de pretender romper el”vínculo, no estrictamente de pertenencia, sino de amor” por el que los padres deben poder elegir sobre las enseñanzas que reciben en el colegio. También reprochó a Celáa la pretensión de “dejar huérfano al niño y al adolescente de sus referencias”.
Una asignatura de Valores Cívicos
Mientras tanto, el diputado del PP Oscar Clavell indicó que su partido defiende ”la libertad de las familias para escoger el tipo de educación que quieran nuestros hijos sin intromisiones” y volvió a ofrecer al Gobierno un “gran pacto de Estado” en Educación, pero condicionado a que “fortalezca las enseñanzas comunes” a toda España, “defiende la libertad de los padres para defender la educación que quieren para sus hijos” y que “el castellano tenga presencia garantizada en el sistema educativo”.
La asignatura de Religión aunque no será eliminada será totalmente arrinconada pues no tendrá alternativa ni contará para la nota media. Eso sí, la ministra anunció que con la nueva ley llegará también una nueva asignatura de Valores Cívicos que “tendrá un enfoque de género” para lograr la “igualdad efectiva entre hombres y mujeres”. Se podría decir que volverá Educación para la Ciudadanía pero además en un tiempo de mayor adoctrinamiento.