El pasado viernes el cardenal Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación del Culto Divino, impartió una conferencia en las jornadas Transmet! de cultura y evangelización, organizadas por el obispado de Terrassa. Con ese motivo pudo entrevistarle en Terrassa la periodista María-Paz López para La Vanguardia. La entrevista no es accesible en versión digital, pero sí en la edición de papel del lunes.
En las primeras preguntas, sobre la Iglesia y la crisis económica, el cardenal se remite a la doctrina social de la Iglesia y a la necesidad de buscar el bien común, no el de "unos intereses particulares concretos".
A continuación, la periodista le pregunta por la visión eclesial acerca del independentismo catalán así:
- La Conferencia Episcopal Española y la Conferencia Episcopal Tarraconense han emitido recientemente sendas notas sobre la situación política en Cataluña que parecen expresar sensibilidades distintas.
-Si las analizamos, vemos que no son dos notas contrapruestas- le responde el cardenal Cañizares. -La nota de los obispos de Catalunya se refiere a las próximas elecciones catalanas, y la de los obispos de la Conferencia Episcopal está dedicada a la situación económica y social, y consiguientemente también política.
"En las dos notas se enumeran los aspectos del bien común, la responsabilidad, el diálogo y la legitimidad de posiciones políticas respecto a las comunidades autónomas. Una y otra nota hablan, ciertamente, de legitimidad", continúa el cardenal.
"Ahora, la realización concreta tiene que hacerse dentro del bien común. Los obispos de la comisión permanente de la Conferencia Episcopal vienen a decir: ¿el bien común es sólo Cataluña o es también la unidad de España, que tiene unos siglos de trayectoria común y por tanto conlleva unas obligaciones comunes de unos y otros? Los obispos dicen que eso hay que verlo en la clave de la caridad, que tiene una dimensión política, y que es buscar el bien de las personas, su dignidad", añade.
"Y es buscar también, como dicen los obispos de Cataluña en su nota, que ante las elecciones haya una buena información, que se diga claramente qué sucede con una opción y con la otra opción, cuáles son las consecuencias y cuáles son las motivaciones. Con esto no entro en el debate, sólo me remito a lo que los obispos dicen en estos momentos, sean los obispos de Catalunya, sean los obispos de la Conferencia Episcopal española, que al final son todos de la CEE", asegura el cardenal, que fue obispo de Ávila, después de Granada y después de Toledo.
A continuación, Cañizares recuerda que las votaciones en la comisión permanente son secretas y que no se puede saber si las cuatro abstenciones del documento de la Conferencia Episcopal Española corresponden a los cuatro obispos catalanes. Y pide "hablar sobre hechos conocidos" porque "se puede acabar haciendo juicios sobre cosas que no corresponden enteramente a la realidad. El tema de la verdad es fundamental".
Por último, cuando le preguntan "¿y dónde está la verdad, en la calle o manifestándose?", responde: "En una democracia, al final la verdad no está ni sólo en las urnas ni sólo en la calle. Está donde está, en el respeto a unos principios fundamentales que trascienden el mero juego político".