Aurora Aparicio Carrascosa, la monja de 84 años atacada el miércoles por la tarde por un joven de 26 en las inmediaciones de la estación de Atocha continúa en estado grave.
Fuentes del caso indicaron que, según se desprende del testimonio de las otras religiosas que la acompañaban, no conocía al sospechoso y el ataque las cogió totalmente por sorpresa. El detenido se negó ayer por la tarde a declarar ante la Policía y está previsto que hoy pase a disposición judicial.
Estaban junto a un semáforo de la calle de Méndez Álvaro. Habían acudido a Atocha para recoger a otra hermana que llegaba de Zaragoza en AVE.
En cuanto al presunto agresor, es Daniel Fernández Monterroso, español de 26 años, con distintas búsquedas, antecedentes por malos tratos y un quebrantamiento de condena. Al parecer, tiene problemas mentales.
Fue detenido justo después de que atacara a patadas a la religiosa, a la que golpeó en la cara y tiró de espaldas al suelo. Entonces, se dio un cabezazo contra la acera. La anciana sufre la rotura de su mandíbula y un traumatismo craneoencefálico que, al cierre de esta edición, la mantenía grave pero estable en el hospital.
Fuentes policiales precisaron que, una vez consumado el ataque, el sospechoso comenzó a gritar: «¡Que me detenga la Policía, que eso es lo que quiero! ¡Que me engrilleten! ¡Ella sabe por qué la he golpeado! ¡Llamen a la Policía!».
La consternación en el colegio Nuestra Señora de la Consolación, muy cercano a la plaza de Castilla, es máxima. En la comunidad educativa, sor Aurora es una mujer muy querida, aunque llevaba bastantes años jubilada.