La sentencia del Tribunal Supremo discriminando a dos centros de educación separada por sexos de Cantabria y Andalucía excluyéndoles de la subvención pública no ha amilanado al ministro de Educación.
A través de un comunicado de su departamento, José Ignacio Wert ha declarado que, "como es natural", las sentencias deben ser "respetadas y acatadas", pero que "si no hay discriminación en función de esa educación diferenciada, no puede haber discriminación en cuanto a la aportación de fondos públicos".
En efecto, España es signataria del tratado de la Unesco de 1960 contra la discriminación en la enseñanza, pero ese tratado establece que "no serán considerados como constitutivos de discriminación los centros de enseñanza separados para los alumnos por sexos, siempre que estos sistemas o establecimientos ofrezcan facilidades equivalentes en el acceso a la enseñanza".
Así lo hacían los colegios Elchato de Sevilla y Torrevelo de Santander, a los que las autoridades autonómicas respectivas retiraron sin embargo la ayuda económica. Tras ganar el caso en instancias anteriores, ambos centros lo han perdido ahora ante el Tribunal Supremo, que sin embargo establece que la educación separada es "una opción tan legítima como la educación mixta". Consideran los magistrados, sin embargo, que introduce una discriminación por razón de sexo contraria a la Ley Orgánica de Enseñanza.
"La educación diferenciada, siempre y cuando no suponga una desigualdad de oportunidades para chicos y chicas, no supone una forma de discriminación", afirmó Wert: "Ésta es la cuestión principal porque, si no hay discriminación en función de esa educación diferenciada, no puede haber discriminación en cuento a la aportación de fondos públicos. Yo creo que este es el asunto que tenemos que examinar y sobre el que habrá que debatir".