Más de dos millones de musulmanes que residen en España, según cálculos de la comunidad islámica, están llamados a cumplir con el Ramadán, un periodo de ayuno, abstinencia sexual y caridad, que se prolonga durante treinta días.
El Ramadán, que se celebra en el noveno mes lunar, ha vuelto a caer en verano, una época caracterizada por las altas temperaturas, por lo que el cumplimiento del ayuno se hace especialmente duro, ya que no se puede tampoco beber agua durante el día.
En declaraciones a la prensa, Ahmed Bermejo, director de la mezquita mayor de Granada, advierte y recuerda que los menores, ancianos, embarazadas, o mujeres en período de lactancia o menstruación están exentos de realizarlo.
"Pero si el ayuno perjudica a tu salud o tienes prohibido ayunar por la razón que sea, no es recomendable hacerlo", recalca Bermejo.
Bermejo añade: "Cada uno se ha de juzgar a sí mismo. Sólo se rinde cuentas a sí mismo. Cada uno lleva la relación con Alá como mejor puede y cree".
El director de la mezquita mayor de Granada recuerda que el Ramadán es uno de los pilares fundamentales del islam.
A el se une el peregrinar una vez en la vida a la Meca, rezar cinco veces al día y el pago del Zakat, el 2,5% de la riqueza acumulada, la que ha estado guardada, sin haberle dado movimiento, durante un año entero. Otro de los pilares es atestiguar, que no hay más Dios que Alá, y que Mahoma es el mensajero de Alá.
Pero el "mejor musulmán", recalca, no es sólo el que cumpla con algunos de los pilares fundamentales del islam, es también el que desarrolla valores como la paciencia, la bondad y la generosidad, entre otros.
El inicio del Ramadán vino marcado por la luna nueva, aunque no comenzó de forma oficial hasta que ésta fue visible por los musulmanes residentes en España, y según las fuentes esto ocurrió este viernes, por lo que el ayuno comenzaría el sábado con la salida del sol y se prolongará durante los treinta días siguientes.