El beato Álvaro del Portillo, sucesor de San Josemaría Escrivá de Balaguer al frente del Opus Dei, está más cerca de ser santo. La Obra informó recientemente de que el arzobispo de León (México), Alfonso Cortés Contreras, ha clausurado el proceso sobre una posible curación milagrosa atribuida al beato español.
A partir de ahora, las actas pasarán a Roma, al Dicasterio para las Causas de los Santos, que estudiará el caso. El milagro fue la rapidez de la curación, sin rehabilitación, de Juan Carlos Bisogno, que, tras un accidente, sufrió un traumatismo craneoencefálico severo, fractura con hundimiento temporal, pneumoencéfalo y fractura de piso medio.
Señora, su marido es un milagro
"Era el domingo 9 de agosto del 2015 (...). Yo iba manejando por el carril de alta velocidad a unos 100 km/h., cuando de repente, salió un caballo (...). El caballo alcanzó a golpear el costado de la camioneta del lado del piloto, me golpeó contra mi cabeza, destrozándome la mitad del cráneo (...)", recuerda el milagrado en la web del Opus.
"Me trataron de estabilizar durante 11 horas, ya que todos mis signos vitales estaban al mínimo. Me estaba muriendo. Mientras tanto se notificó del accidente y corrió la voz entre familiares y amigos, por lo que se formaron, desde el primer día, varias cadenas de oración a través de grupos de WhatsApp, donde pedían con profunda fe mi completa recuperación, por la intercesión del beato Álvaro del Portillo", relata.
Pero la situación de Bisogno era crítica. "Por el tipo de cirugía que yo requería de urgencia, me tuvieron que trasladar en otra ambulancia a un hospital de León (...). Al llegar al hospital de León, comentaron que hubo una importante crisis en el camino y me tuvieron que reanimar, dejando claro el peor de los pronósticos", explica.
Ocho horas de cirugía, una semana en coma y dos en terapia intensiva. Ya en el hospital de León, fue ingresado en el quirófano donde le realizaron una craneotomía descompresiva. Durante las ocho horas que duró la cirugía, los médicos que entraban y salían apostaban a que no salía con vida. Pero las cadenas de oración seguían con más intensidad.
"Después de seis días me desperté del coma como si nada hubiera pasado, con perfecta movilidad, recordando a toda mi familia y con hambre, pero molesto porque estaba amarrado de pies y manos y no me podía persignar. Salí de terapia intensiva y me tuvieron que realizar otra cirugía en un ojo. Y las cadenas de oración seguían con mucha intensidad", comenta.
Después de un mes del accidente, Bisogno salió del hospital caminando para continuar con su recuperación en casa. "El subdirector de la clínica se comunicó con mi esposa para dar seguimiento a mi caso y, al enterarse que ya había salido del hospital, que todo iba bien, que no tenía secuelas, es decir, que caminaba y hablaba perfectamente, comentó: 'Señora, su marido es un milagro, créalo. Su marido estaba en la línea entre la vida y la muerte'", asegura.
El arzobispo mexicano señaló al acabar la sesión que espera que "esta obra nueva que se ha comenzado tenga término feliz, con la finalidad de que sea para gloria de Dios, para expresa cómo Dios nuestro Señor hace obras maravillosas en sus hijos y, en este caso, en nuestro hermano Álvaro del Portillo".
Y agregó: "Que Dios sea glorificado con su vida y que su vida sea un ejemplo para todos nosotros, para seguir adelante, sirviendo a Dios y a la Iglesia". En el acto estuvieron presentes el vicario regional de la Prelatura del Opus Dei en México, José Ricardo Furber Cano y el vicario de la Prelatura en Guadalajara, Juan Pablo Wong González.
El colaborador más estrecho
El beato Álvaro del Portillo nació el 11 de marzo de 1914 en Madrid, en una familia cristiana de clase media-alta. Fue el tercero de ocho hermanos. Su padre, abogado, trabajaba en una agencia de seguros. Estudió en el Colegio Nuestra Señora del Pilar, en Madrid.
Acabado el paréntesis de la Guerra Civil española, Josemaría Escrivá le nombró secretario general del Opus Dei el 10 de octubre de 1939, convirtiéndose en su colaborador más estrecho. A principios de los años cuarenta realizó muchos viajes de fin de semana a varias ciudades españolas para extender el Opus Dei entre gente joven.
Fue consiliario del Opus Dei en Italia (1948-1951) y rector del Colegio Romano de la Santa Cruz (1948-1954). Tras la muerte del fundador, fue elegido presidente general del Opus Dei en 1975. Llevó a término el camino jurídico del Opus Dei como Prelatura Personal en 1982. Una de las tareas que impulsó fue el proceso de canonización del fundador.
Puedes ver aquí un documental sobre la vida del beato del Opus Dei.
Falleció en Roma, el 23 de marzo de 1994. El Papa Juan Pablo II rezó ante sus restos mortales el día de su fallecimiento. En junio de 2012, la Congregación de las Causas de los Santos le confirió el título de "Venerable". En septiembre de 2014 fue beatificado en Madrid.