Numerosos jóvenes estos días de Semana Santa quieren gastar sus horas entregándose a la Iglesia y a los hombres, renunciando a sus vacaciones y viajando a diferentes puntos de España para ayudar a sacerdotes que tienen varias parroquias a su cargo. Cuatro jóvenes de Madrid y Getafe nos explican lo que les mueve.
"Siempre he vivido estas fechas con la familia, unos días dedicados al ocio. Pero este año me voy de Pascua con un sacerdote diocesano de Getafe que me lo propuso con la intención de que pudiera vivir de manera más intensa la Semana Santa. De esta forma podré acercarme más a la Virgen y a su Hijo. Estoy renunciando a cosas, como estar con mis hermanos y mi madre o descansar, pero sé que vale la pena. Ayudaremos a un sacerdote que tiene 90 años y que está enfermo. Este hombre lleva tres pueblos en Galicia y estaremos junto a él organizando los oficios. Además en uno de los pueblos queremos pasar tiempo con los jóvenes y hablarles de Dios"
"Una de las mejores Pascuas que viví fue hace 7 años, cuando me fui a Soria con las consagradas de la Fraternidad Seglar en el Corazón de Cristo a Soria. Allí nos encargábamos de ayudar con la liturgia de la Semana Santa a los sacerdotes de la zona, que estaban hasta arriba de trabajo. Preparábamos las iglesias, invitábamos a la gente a los oficios y yo me encargaba también de montar juegos con los niños en las plazas de los pueblos".
"Decidí irme de Pascua porque sabía que si me quedaba en casa no la viviría de la misma manera, porque en casa siempre estaría la televisión o los amigos y las cañas esperándome cuando saliera de los oficios. Yéndome a celebrar estos días con las consagradas sabía que iba a cuidar cada detalle y así fue, me centró mucho".