Al presentarse el pregón de Semana Santa de Gerona, el obispo Francesc Pardo aprovechó para prevenir contra "la sacralización de actividades humanas, como el deporte, que aparecen como una nueva religión" en la actual sociedad.
Especialmente perniciosa le parece esta confusión de cara a los niños, que "viven intensamente la sacralización", representada como una lucha entre el bien y el mal (en el deporte), "ponedle los nombres que queráis", dijo.
Estas palabras del obispo llegaron después de que leyese el pregón gerundense Jaume de Puig, exsecretario del antiguo presidente de la Generalitat Josep Tarradellas, y miembro del Institut d´Estudis Catalans. De Puig reivindicó la "religiosidad" de la procesión de Viernes Santo y previno de las tentaciones humanas que Jesús reconoce en el Padrenuestro.
El obispo Pardo reflexiona con más detalle sobre la Semana Santa en su Carta Dominical, en la que avisa de que "la semana es santa porque en ella vivimos y actualizamos la redención de Cristo, que nos convierte en “santos” o, lo que es lo mismo, en “hijos amados y salvados” de Dios."
La propuesta concreta del obispo para estos días es "leer pausadamente la pasión del Señor como si fuésemos protagonistas y espectadores privilegiados, pues lo somos. Se trata de meditar la pasión, fijándonos en primer lugar, en Jesús, en sus palabras, en sus sentimientos, en sus silencios, en su dolor, en sus actitudes… y pensar: “todo esto lo ha vivido por mí, porque me ama”. Pero, también podemos fijarnos en cada uno de los personajes que aparecen en la pasión y preguntarnos por nuestras semejanzas respecto de alguno de ellos en lo que se refiere a nuestras actitudes".