La Misa Crismal siempre es un momento singular en una diócesis. La preside el obispo, congrega a casi todos los sacerdotes diocesanos, se celebra en algún día anterior al Jueves Santo y tiene una potente simbología, al bendecir los óleos santos que se usan todo el año para rezar por los enfermos y moribundos (los hermanos que se van, a menudo ancianos) y por los que son bautizados (los hermanos que llegan, a menudo bebés). En Segovia tuvo ayer por la mañana un simbolismo añadido, al incluir una colecta para crear un «Economato solidario», gestionado por Cáritas Diocesana, para apoyar a las víctimas de la crisis económica.

El obispo Ángel Rubio Castro y los sacerdotes presentes entregaron un 10% de su sueldo, y también los laicos presentes fueron generosos. «Hemos recaudado el doble que el año pasado y vamos a mantener la iniciativa todo este año. Hago extensiva la invitación a todos los fieles para apoyar este economato solidario», explica el obispo a LA RAZÓN.

«Me encargaré de que este compromiso de los sacerdotes sea mensual. Ojalá la crisis acabase antes del verano, pero no parece el caso. En 2009, en la Misa Crismal, ya hicimos un gesto puntual, los sacerdotes dieron su sueldo de mayo a Cáritas. Pero esta vez creamos un economato estable, que ayuda a pagar medicinas, comida y evita desahucios, siempre trabajando en red con los párrocos y Cáritas, que conocen los casos concretos. En 2010 dedicamos la colecta a Haití, tras el terremoto. Desde luego, yo no imaginé que en 2012 estaríamos en estas circunstancias. En cualquier caso, voy a animar a los fieles a que se unan y creo que van a responder con generosidad».

El gesto del clero de Segovia es sólo uno entre muchos que se diseminan por las diócesis españolas. Sin salir de Castilla y León, al obispo Rubio le consta que las diócesis de Salamanca y Ciudad Rodrigo han establecido iniciativas similares. Cuando los obispos castellanos se reunieron en unas jornadas regionales a inicios de la Cuaresma, todos se preguntaban cómo apoyar a una Cáritas desbordada a la que el Estado deriva a las personas más necesitadas.

«Otro tema por el que rezamos, por cierto, es la sequía, porque la falta de lluvia empobrece el campo», explica el obispo. «En Castilla, si la lluvia impide las procesiones, no molestará. Me lo han comentado muchos», añade.


Ciudad Rodrigo en la Cuaresma de 2009 recaudó un diezmo anti-crisis a sus sacerdotes. Cáceres lo propuso a sus sacerdotes esa Semana Santa. Logroño organizó un fondo estable con diezmo sacerdotal en junio. La pasada Navidad los curas de Asturias entregaron su paga extra. El obispo Novell, de Solsona, invitó a la generosidad entregando un 25% de su sueldo.