La Conferencia Episcopal presentó ayer su recuento anual de esa especie de plebiscito que es la asignatura de Religión Católica, que es de oferta obligatoria en todos los centros pero que no computa en la media final y es de elección libre. Siete de cada diez alumnos de enseñanza no universitaria eligen libremente la asignatura.

En las escuelas católicas la elige la práctica totalidad del alumnado (99,5%). En los centros de titularidad estatal la cursa un 61,5% de estudiantes, y en los de iniciativa social civil (escuela privada y concertada no religiosa) opta por ella un 69,6%. Eso suma, aproximadamente, unos 4,7 millones de niños y adolescentes.

La Conferencia Episcopal, a través de su comisión de Enseñanza, recordó ayer que «es un derecho fundamental de los padres, reconocido por la Constitución española en el artículo 27,3, que sus hijos reciban la enseñanza religiosa y moral católica, siguiendo sus propias convicciones religiosas». Los obispos animan a los padres a «pedirla en los colegios para que se pueda optar a ella sin obstáculos administrativos u organizativos».

Pero ¿por qué apuntar a un chaval a clase de religión? «No se puede entender nuestra sociedad sin el hecho religioso, forma parte de nuestra cultura. Conocer las religiones permite dar al niño y al joven las claves para entender el mundo actual, así como dar respuestas ante las grandes preguntas del hombre. Se trata de una aportación insustituible», asegura Javier Segura, delegado de Enseñanza de la diócesis de Getafe, que explica además cómo el trabajo en el aula permite «dar a conocer a Jesús de Nazaret como modelo de referencia para su vida». El carácter interdisciplinar de la asignatura y la labor de creatividad del profesorado se traduce en actividades como «Viaje a Narnia».

Se trata de un proyecto de esta diócesis en el que participan 2.200 alumnos, 100 profesores y 85 colegios de la región que trabajará los valores del Evangelio a partir de estas películas basadas en las populares novelas de C. S. Lewis, con la vista puesta en un encuentro pedagógico que se celebrará el 26 de abril en la Granja de San Ildefonso. Otra iniciativa dinámica es el Congreso Internacional «El futuro de la ERE», que tiene lugar en Murcia esta misma semana, de jueves a sábado, con la participación de los obispos de Cartagena, Castellón y Tortosa, expertos de Roma y profesores de numerosas diócesis. Las dificultades de la asignatura son muchas, pero a la mayoría de profesores no les falta vocación ni motivación.


Esther Rojas se ha estrenado este curso como profesora de Religión. Las sustituciones en cinco centros diferentes le han hecho adquirir una panorámica de cómo se vive la asignatura. «No la toman como una ‘‘maría’’, la viven con interés. He notado que les apetece porque les hace pensar y reflexionar», comenta Esther, que siente que «los chavales que se apuntan van contracorriente del mundo. Son valientes por optar por conocer el mensaje y el estilo de vida de Cristo».