La hermana Inmaculada, recientemente llamada Sor Desahucio por la gente y la prensa, evitó el pasado 9 de febrero que la familia de Rolane de la Cruz fuera desahuciada. Lleva cinco años como directora del colegio Nuestra Señora del Carmen, de las Hermana de la Caridad del Sagrado Corazón de Jesús, en Madrid, que también fue su colegio durante sus últimos años escolares, y era la primera vez que hacía algo así.

Cuando se le pregunta cuál fue el motivo, se encoge de hombros. “Lo que afecta a las familias afecta a los niños, y tratamos de velar por el bien de los niños”, nos dice.

Se enteró de que el desahucio de la familia era inminente y comenzó a mover todos los recursos posibles.

“Mi cumpleaños se acercaba”, cuenta la religiosa “y llamé a todos mis hermanos para pedirles dinero como regalo, y con él poder realojar con él a la familia de Rolane. Además hablé con una amiga que vive sola y le propuse que se planteara la posibilidad de acogerles”.

Sin embargo, no sabía que podía haber una forma de evitar el desahucio. El día 9 se acercaron hasta el piso seis religiosas, entre las que se encontraba sor Inmaculada, varios profesores del centro educativo y los alumnos mayores de edad para tratar de impedir el desalojo.

El abogado de la familia le pidió a la directora del colegio que actuara como mediadora y ella estuvo hablando con el procurador durante un largo rato. “No sé nada de estos temas, y él me decía que ya era tarde, que no podía hacer nada. Sin embargo el abogado dijo que sí era posible evitar el deshaucio, y yo le preguntaba continuamente al procurador que con quién había que hablar”.

Después de una larga espera, los secretarios judiciales y el procurador anunciaron que la familia podía quedarse 8 días más en la casa.

Pero lo que la gente no sabía es que Sor Inmaculada tenía acceso al teléfono de la persona de Bankia que llevaba este expediente. Así que la monja se acercó al banco para negociar en persona y consiguió que la familia pueda permanecer en el piso hasta el 30 de junio si se compromete a entregar la llave después.

La religiosa ve bien que el ministro de economía español haya propuesto la dación como forma de cancelación de la hipoteca, pero no le parece suficiente que se establezca un simple código de buenas prácticas.

“Me gusta que la gente haga las cosas porque es lo correcto y me gustaría que este código de buenas prácticas fuese considerado como ley por los bancos. Pero si no es así, entonces debe ser una ley. No podemos permitir que las cosas estén por encima de las personas. Una cosa, por ser legal, no es moral”, afirma.

Como religiosa, asegura que su deber es estar del lado de los más débiles, como hizo Jesús, y explica que es gracias a Dios que ha podido hacer algo. “Si no hubiera sido por Dios yo no habría sido capaz de hacer nada de todo esto”, afirma.

Rolane, el cabeza de familia, asegura que han sido dos meses muy duros. “Supimos que realizarían el levantamiento en diciembre y desde entonces hemos sufrido mucho”, nos explica.
 


 Tanto él como su mujer están en paro, y no encuentran la forma de sacar adelante a sus cuatro hijos, dos de ellos aún en el colegio. Sin embargo han encontrado un apoyo inmenso en el barrio, en la plataforma Paz y en las religiosas del Colegio Nuestra Señora del Carmen.

Ahora, gracias a todo el movimiento mediático que ha ocasionado la intervención de la hermana Inmaculada, un empresario se ha puesto en contacto con él y le ha ofrecido un trabajo en una empresa de limpieza en un hospital.

“Es increíble la solidaridad de las personas, aún no me creo lo buena que es la gente; espero algún día poder ser yo el que ayude a los demás” afirma Ronale emocionado.