El próximo 19 de junio tendrán lugar las primeras elecciones en Andalucía desde que en 2018 el Partido Socialista fue desbancado del Gobierno por la oposición del Partido Popular, apoyado con los votos de VOX y Ciudadanos.
Por este motivo, diez obispos andaluces han emitido este 1 de junio un comunicado con algunos "elementos de juicio" para ayudar "a discernir el voto" por parte de los católicos apelando en todo momento "a la conciencia".
A lo largo del escrito, han reiterado algunos mensajes empleados en anteriores elecciones como que "la fe cristiana no es una ideología política" y que la decisión entre las opciones posibles deben tomarse "en coherencia con los principios morales inherentes" a ella.
Más allá de pronunciarse cuestiones opinables como que "votar debe entenderse como un deber moral", la nota recuerda que la coherencia con la fe cristiana a la hora de acudir a unos comicios electorales obliga a una serie de principios.
Entre ellos, los obispos mencionaron que la opción votada garantice "respetar el derecho a la vida humana; el reconocimiento, promoción y ayuda a la familia -entendida `como unión estable entre un hombre y una mujer y abierta a la vida´- o la protección del derecho de los padres a educar a sus hijos según sus propias convicciones morales y religiosas".
También mencionan que el católico, a la hora de votar, debe asegurarse que la opción escogida garantice "el respeto a la dignidad de toda persona, la libertad religiosa, los valores espirituales y la objeción de conciencia y la defensa y ayuda a los más débiles de la sociedad, como ancianos, jóvenes, parados e inmigrantes".
"Pedimos al Señor y a la Virgen Santísima que estas elecciones contribuyan a construir una sociedad mejor en libertad, justicia y paz", concluyó la nota firmada por los 10 obispos andaluces.
Más aborto, menos vida y pocos datos de eutanasia
El respeto a la vida humana es uno de los temas más recurrentes en las notas emitidas por los obispos antes de los comicios electorales.
Los últimos datos disponibles relativos al aborto (quirúrgico, no químico) en esta comunidad recogen la tasa de abortos por cada 10.000 mujeres en edades comprendidas entre los 15 y los 44 años en 2019 y 2020. Estas fueron de 11,98 y 10,85 abortos por cada 10.000 mujeres respectivamente, de lo que se desprende una mayor cifra de abortos que en los dos primeros años de la X legislatura andaluza en manos del Partido Socialista. En los dos primeros años de esta última (2015 y 2016), la tasa de abortos por cada 10.000 mujeres fue de 10,50 y 10,38 en cada año.
En lo referido a la eutanasia, los datos disponibles son muy escasos desde su entrada en vigor en España hace un casi un año, el 25 de junio de 2021. Lo que sí se conoce al respecto es el aumento de los registros del testamento vital en la comunidad, una práctica que refleja los ciudados médicos que una persona quiere o no recibir en sus últimos momentos de vida. En 2021, 2.296 personas se hicieron uso del testamento vital, casi un 19% más que las 1.935 registradas en 2020.
El primer caso de eutanasia en Andalucía tuvo lugar el 13 de enero de 2021, cuando una paciente enferma de parkinson fue víctima de la mal llamada "muerte digna" con 63 años de edad.
Según informó Redacción Médica el abril de este año, la Consejería de Salud y Familias de Andalucía está estudiando la supresión de los supuestos de objeción de conciencia ante la eutanasia con el fin de alinearse con la normativa estatal. De este modo, se ha abierto a consulta pública el decreto andaluz, que distingue dos "supuestos de objeción de conciencia" a declarar en el Registro de Profesionales Sanitarios Objetores de Conciencia. Uno es sobre la "administración directa al paciente de sustancia por parte de profesional sanitario competente" y el segundo especifica la "prescripción o suministro al paciente por parte de profesional sanitario de sustancia, de manera que ésta se le pueda auto administrar, para causar su propia muerte".
2,2 millones de andaluces en situación de "exclusión social"
Otro de los aspectos mencionados por los obispos es el respeto a los más débiles de la sociedad, entre los que se encuentran las personas sin empleo y en situación de exclusión social.
En este sentido, cobra relevancia la presentación del informe elaborado por la Fundación Foessa "Exclusión y desarrollo social en Andalucía".
Fue presentado por Thomas Ubrich a finales de abril de 2022, que destacó el “shock sin precedentes” que la crisis económica ha provocado en la cohesión social, siendo los grandes damnificados las personas y familias más frágiles y desfavorecidas.
Explicó que “el tsunami que ha supuesto esta crisis se ha llevado por delante a un buen número de hogares que disfrutaban de una posición privilegiada de integración plena”, de forma que solo el 42% de los hogares andaluces participan con normalidad en la sociedad frente al 49,3% que lo hacía en 2018.
Desde entonces, según la investigación, la exclusión en Andalucía ha aumentado más de un 36%, lo que implica que, en 2021, algo más de 2,2 millones de personas (el 26,3% de la población andaluza) se encuentran en situación de exclusión social. De ellas, la mitad, 1,1 millones de personas, se encuentra en una situación de exclusión severa; y de estas, casi 475 mil personas están en una situación aún más crítica, es la denominada sociedad expulsada.
Puedes leer aquí la carta completa de los obispos andaluces.