Al recordar el conflicto que se generó cuando en agosto pasado se autorizó desde la Delegación una marcha antipapa cuando se celebraba en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud, la delegada de Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, calificó aquella decisión de "disparate".

En una entrevista en Telemadrid y recogida por Europa Press, la delegada Cifuentes manifestó que el derecho a manifestarse "hay que protegerlo" pero también hay que "preservar el orden público". "Es compatible el derecho a manifestarse y protestar con el orden público", añadió.

"Me parece un disparate haber autorizado en plena celebración de la JMJ, donde podía haber habido un problema -por aglomeración de gente- el permitir por el epicentro de Madrid una manifestación que era claramente contraria a todo aquello. Esa actuación no se debería haber permitido, así de claro te lo digo", sentenció.