El Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, ha dirigido una carta a los párrocos, rectores de Iglesias, dirigentes de asociaciones y movimientos apostólicos, directores de colegios y centros de enseñanza, instituciones de vida consagrada y a todos los fieles laicos, con motivo de la Misa de las Familias que se celebrará el próximo 30 de diciembre, ha informado la Archidiócesis de Madrid en un comunicado.
"Un año más, las fiestas de Navidad nos invitan a la alegría de la Salvación que nos trae Jesucristo, el Hijo de Dios e Hijo de María. Su nacimiento en el seno de una familia nos ayuda a valorar esta institución establecida por Dios en el mismo acto de la creación del hombre y de la mujer, llamados a ser una sola carne y a colaborar con Dios en la procreación de nuevos seres humanos", reza la carta.
"Al nacer en una familia, el Hijo de Dios la santificó de modo especial y la convirtió en el lugar idóneo donde el hombre es amado por sí mismo y respetado como criatura de Dios e hijo suyo". "Por eso, queremos dar gracias a Dios por el don de la familia y festejarlo en una solemne celebración eucarística que tendrá lugar el mismo día de la Sagrada Familia", añade.
"No podemos olvidar que este año la fiesta de la Sagrada Familia se celebra después de la inolvidable experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud, que trajo a Madrid alrededor de dos millones de jóvenes, que constituyen una realidad esperanzadora para la Iglesia y la sociedad. La mayoría de ellos serán llamados a fundar nuevas familias cristianas que llenarán de alegría a la Iglesia de Cristo", prosigue.
"El encuentro de este año quiere girar en torno a la gratitud de jóvenes hacia sus padres, que les dieron la vida y les transmitieron la fe en Cristo, Redentor del hombre. Honrar al padre y a la madre es un mandamiento del Señor, que nos urge, no sólo al respeto y a la obediencia hacia los padres, sino más aún: a la inmensa gratitud por los dones que de ellos hemos recibido, y que los convierte en signos del amor creador y benevolente de Dios", agrega.
"Vuestra presencia en esta celebración eucarística quiere ser un gesto profundamente eclesial en el que la familia de Dios, la Iglesia, sea para todos los hombres que desean vivir los valores de la familia cristiana, una referencia segura de la verdad sobre el amor humano, el matrimonio y la educación de las nuevas generaciones según el evangelio de Cristo", señala.
Por eso, exhorta a todos a "participar en esta fiesta solemne de fe y de vida cristiana", y de modo particular exhorta "a los jóvenes a dar testimonio de su fe y de la vida familiar, juntamente con los jóvenes de Europa que se unirán a nosotros en esta celebración", indica.
Concluye pidiendo que "la Sagrada Familia, Jesús, María y José, bendiga a todas las familias y os mantenga unidas en el mismo amor que hizo de ella el modelo perfecto de convivencia, trabajo y virtudes domésticas".