La dirección federal de Izquierda Unida decidió este pasado sábado, con un 85% de votos, expulsar al Partido Feminista de España de su seno "por mantener posiciones contrarias a las aprobadas en los órganos de IU".
IU le expulsa porque esta formación se opone a los dictados de la ideología transgénero y también se opone al vientre de alquiler (práctica que reclaman muchos activistas LGTB para adquirir/comprar bebés).
El Partido Feminista se integró en IU en 2015 y está liderado por la veterana activista feminista Lidia Falcón (de 84 años), conocida por su frecuente aparición en debates sobre el feminismo desde los años 70.
"No sólo recurriremos la decisión de esa Asamblea, sino que intentaremos que la militancia despierte y comprenda el horror de la Ley Trans", anunció la líder feminista a través de la cuenta de Twitter de su partido.
El Partido Feminista de España publicó el 10 de diciembre de 2019 un comunicado en el que denunciaba que IU “apoye una Ley de Transexualidad que permite decidir a niños de 4 años el sexo que quieren tener, y en consecuencia el destino de toda su vida, los sometan a hormonación y castración sin ni siquiera unos exámenes médicos y psicológicos. Nos encontramos en el futuro distópico de Un Mundo Feliz”.
Además, el Partido Feminista denunciaba las presiones violentas de grupos de activistas trans y LGTB "que consideran que las discrepancias políticas han de dirimirse a insultos, agresiones y hasta violencia”.
El 16 de diciembre, Lidia Falcón, firmaba un artículo en el diario de izquierdas Público en el que criticaba la “Ley Trans” y la“teoría queer”. “Si las mujeres y los hombres no existen sino son solo seres vivos que intercambian corporalidad, sexo y capacidades genitales, cualquiera puede ser “progenitor”. Que sea o no gestante depende del dinero que invierta en alquilar úteros de aquellas que sí son mujeres, pero pobres”, denunciaba la feminista... enlazando así con otro factor de roce con muchos grupos LGTB: la adquisición de bebés mediante la industria internacional del vientre de alquiler.
Falcón criticaba a “los lobbies de gays, homosexuales, lesbianas y transexuales” que “pretenden fabricar niños a su medida en los vientres de otras mujeres, de las que disponen como si se tratara de ganado, nos han llevado a la situación esperpéntica de que se pretenda que únicamente por la declaración de sentirse mujer cualquier hombre pueda ser considerado tal sin necesidad de que tenga que someterse a tratamientos médicos ni quirúrgicos”. Y añadía: “Los homosexuales quieren poder alquiler úteros femeninos para producir niños o niñas para su propio disfrute como un objeto más que añadir a sus posesiones”.
Otro efecto de los dogmas "trans" es que cualquier violador puede declararse "mujer" y pedir acceder a vestuarios femeninos, lavabos femeninos o prisiones de mujeres. Falcón escribía: "Están instalando baños unisex en los que personajes tortuosos pretenden compartir los váters con las mujeres para observarlas o agredirlas sexualmente, y en las cárceles del Reino Unido a los que se declaran mujeres, aunque hayan sido condenados por violación o malos tratos a mujeres, se les instala en las dependencias femeninas”.
En su cuenta de Facebook, el diputado de Vox Francisco José Contreras ha comentado el caso y ha declarado que, en su opinión, "Lidia Falcón, líder histórica del feminismo español", "está equivocada en casi todo, pero en esto acierta. La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero".
En 2017 ReL entrevistó a la activista feminista Julie Bindel, lesbiana, opuesta a los vientres de alquiler y a la ideología trans, aquí