La Asociación de Padres de Discapacitados Psíquicos (ASPADIS), que atiende en la actualidad a 90 niños y jóvenes disminuidos psíquicos profundos en cuatro centros de la provincia de Valencia, ha asegurado que la entidad se encuentra al “borde del cierre” después de 30 años de trabajo, por las consecuencias de la crisis económica.
Con motivo de los recortes presupuestarios en instituciones así como la disminución de los donativos de personas particulares, la asociación está teniendo “graves problemas para la atención de sus centros”, según ha indicado hoy a la agencia AVAN el sacerdote Vicente Aparicio, fundador y director de la asociación.
“Por esta razón, este año ASPADIS ha vuelto a lanzar su campaña de venta de turrón solidario para recaudar fondos, además de otras iniciativas”, ha añadido el sacerdote.
Al igual que el año pasado, el pack de turrón, de “calidad suprema”, se presenta en un estuche con vitola con dos tabletas –una de Xixona y otra de Alicante- de 300 gramos con un precio de venta al público de 12 euros. Ha sido fabricado en la planta turronera de INJIHESA, cooperativa de Xixona que agrupa la fabricación artesanal de turrón y helados.
El turrón está a la venta para aquellas personas, parroquias, asociaciones, empresas o colegios que así lo soliciten a través del teléfono 96 369 02 94. Asimismo, se puede comprar en la delegación de la Asociación situada en la calle Cataluña, 1, de Valencia.
ASPADIS es una asociación benéfica sin ánimo de lucro fundada en el año 1980 para la asistencia y rehabilitación de niños y jóvenes disminuidos psíquicos profundos. Cuenta, en la actualidad con cuatro centros, dos de los cuales se ubican en el término de Alberique, y otros dos en Carcaixent y Polinyà de Xúquer, en los que son atendidos 90 jóvenes por más de 90 profesionales, entre ellos psicólogos, médicos, fisioterapeutas y auxiliares de clínica “que colaboran para lograr el máximo desarrollo físico, psíquico y social de los niños y jóvenes dentro de sus limitaciones.
Igualmente, ha creado la Asociación ASPADIS MUNDI para gestionar sus proyectos en otros países como la construcción en el desierto de Argel de un centro para la atención y acogida de hijos de refugiados saharahuis con discapacidad psíquica que llevará como nombre “Residencia Rafael Sanus”. Además, colabora económicamente con varias residencias de las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa en Calcuta que acogen a niños con discapacidad profunda, ha añadido Vicente Aparicio que ha agradecido la colaboración del arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, con la Asociación.