“La ideología de género considera al ser humano como un ser que se construye y actualmente nos situamos ante tres frentes de batalla: la bioética, la ética sexual y el lugar de la religión en la vida pública, donde predomina un ambiente de gran hostilidad hacia lo católico”: así lo afirmó este sábado Carmen Sánchez-Maillo, profesora de Teoría y Filosofía del Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad CEU San Pablo, en su intervención en la mesa redonda sobre "Laicismo e ideología de género", enmarcada en el XIII Congreso Católicos y Vida Pública, que versa este año sobre Libertad Religiosa y Nueva Evangelización.
Por su parte, la catedrática de Filosofía del Derecho de la Universidad de Navarra Ángela Aparisi Miralles expuso las características y consecuencias de la ideología de género, que “asegura que el hombre nace neutro y su construcción es producto de la cultura y la sociedad”, “realiza una separación entre sexo (biológico) y género (cultural) e insiste en una perspectiva ideológica que cierra los ojos a la realidad”. La ponente describió la familia como un ecosistema humano que posibilita el buen desarrollo del ser humano y propuso “un modelo de complementariedad y corresponsabilidad que, frente a la ideología de género, intente hacer compatible la igualdad y la diferencia entre varón y mujer”.
Por otro lado, Consuelo Martínez-Sicluna y Sepúlveda, profesora titular de Filosofía del Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, profundizó en los fundamentos de la filosofía de género: “El feminismo radical implica que la relación entre los sexos se vea como una lucha y que se abandone la distinción natural de los sexos”. En su opinión, “no se trata de atribuir un nuevo papel a la sociedad, sino que están intentando transformarla desde su naturaleza”. Además, criticó la discriminación positiva, donde la mujer tiene privilegios sólo por su sexo y no por sus acciones, y aseguró que desde el punto de vista social, con esa ideología nos encontramos “delante de un precipicio”.