La plaza del Pilar ha sido el escenario de una curiosa representación escénica, donde Estado e Iglesia han acabado su relación y han protagonizado un divorcio express. Se trata de una de las propuestas de la coalición CHA-IU: La Izquierda de Aragón, que quiere que se cumpla el principio Constitucional de no confesionalidad y “se acabe con todos los privilegios de los que goza la jerarquía católica en España”.

En declaraciones a los medios de comunicación, el número uno de la lista de la coalición, Chesús Yuste, ha explicado que la Iglesia ha entrado en campaña “y no precisamente del lado de los pobres”, ya que, según sus palabras, ha pedido el voto para el PP como devolución de favores por su lucha contra los avances en materia de igualdad”.

La Izquierda de Aragón, ha apuntado Yuste, ha apostado porque se cumpla la no confesionalidad de España. “No la monoconfesionalidad católica que le encantaría al PP ni la policonfesionalidad que ha venido practicando el Gobierno de Zapatero y Rubalcaba, queremos una aconfesionalidad completa”.

Yuste ha explicado que el Estado “regala” a la Iglesia cada año 10.000 millones de euros, “que servirían para pagar el subsidio de desempleo a dos millones de euros, para construir 3.000 guarderías públicas que, a su vez, resolverían el problema de la educación en España”.

El siguiente en las listas al Parlamento, Álvaro Sanz, ha destacado que el laicismo es el sistema que garantiza las condiciones políticas, jurídicas y sociales para asegurar el ejercicio pleno de libertad de conciencia en cualquiera de sus expresiones y en un plano de igualdad para el conjunto de la ciudadanía.

En este sentido, ha criticado que a la Iglesia se le permita pingües beneficios de las arcas del Estado “como son 250.000 millones a través del IRPF, 1.000 millones en exenciones fiscales, 500 millones en el mantenimiento de sedes y de edificios y 350 millones en fastos como las JMJ de este verano”.

La candidata número tres de CHA-IU al Congreso, Maribel Martínez, ha denunciado el peso específico de la Iglesia en los actos públicos. “En una procesión como el Corpus Christi no es de recibo que tengamos que estar viendo siempre a los poderes públicos con ellos”, ha resaltado.

Por su parte el candidato de CHA-IU por Zaragoza al Senado, Pepe Paz, ha acusado a la jerarquía de la Iglesia católica de “trasladar su adoctrinamiento” a la escuela pública. En este sentido, ha subrayado que la Izquierda de Aragón quiere sacar todas las confesiones del horario lectivo: “Nosotros no vamos a debatir a las iglesias, por lo que no queremos que obliguen a nuestros niños a rezar en las escuelas”, ha apostillado.