A todas las personas que hicieron posible la “fiesta de la fe” de la pasada Jornada Mundial de la Juventud “los llevo gozosamente en mi corazón”, afirmó Benedicto XVI.
Lo hizo en una carta dirigida al arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Antonio María Rouco, que lleva fecha del 22 de agosto y fue publicada este jueves por la CEE.
“Al regresar a Roma después de los inolvidables días de mi Visita Pastoral a Madrid para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud, quisiera manifestar a Vuestra Eminencia mi más cordial reconocimiento por las innumerables muestras de hospitalidad y las continuas atenciones que me ha dispensado durante mi reciente permanencia en España”, escribió el Papa.
En su misiva, Benedicto XVI pidió al cardenal que transmitiera su “viva gratitud” a los obispos sufragáneos y auxiliares de la arquidiócesis de Madrid, así como a las autoridades civiles, las fuerzas de seguridad, el personal sanitario y los “incontables voluntarios que se han empeñado en tan magno evento juvenil”.
También mostró su afecto a los miembros de la Conferencia Episcopal Española por “su decidido apoyo a este importante acontecimiento eclesial”. Y expresó su cercanía a los presbíteros y representantes de la Vida Consagrada “por su generosa implicación en este significativo encuentro”.
“Que todos y cada uno de los que han hecho posible esta fiesta de la fe que hemos vivido juntos, cooperando en ella de diferentes formas y entregando lo mejor de sí mismos en su preparación, desarrollo y feliz culminación, sepan que los llevo gozosamente en mi corazón”, escribió.
El Papa indicó que corresponde “complacido a tanta deferencia como he experimentado a lo largo de mi Viaje Apostólico, suplicando a Dios que enriquezca a todos los hijos de esas nobles tierras con la abundancia de dones de su amor y misericordia”.
Y auspició que “sirvan particularmente a las nuevas generaciones para mantenerse arraigadas y edificadas en Cristo, firmes en la fe y dispuestas a anunciar a todos la alegría que supone vivir en plenitud el Evangelio, dándolo a conocer con valentía a cuantos nos rodean”.
Por su parte, el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española se unió al agradecimiento que el cardenal Rouco le expresó al Papa en una carta fechada el mismo 22 de agosto.
Según los obispos, “la Jornada Mundial de la Juventud ha supuesto un acontecimiento de Gracia para la Iglesia y ha dado al mundo entero un testimonio público de fe, contribuyendo de esta manera a que el camino de la Historia se haga bajo el signo de la esperanza”.
También agradecieron la acogida que prestaron tantas personas a las decenas de miles de peregrinos que llegaron en los días previos a las diócesis españolas, camino de Madrid. Y destacaron que piden al Señor que los frutos espirituales y apostólicos de la Jornada Mundial de la Juventud sean abundantes para la Iglesia.
El pasado miércoles, la catedral de la Almudena de Madrid volvió a revivir la alegría de la JMJ en una misa de acción de gracias por el encuentro de jóvenes con el Papa, presidida por el cardenal Rouco y concelebrada por varios obispos.
Centenares de jóvenes de distintas diócesis españolas participaron en la eucaristía y recordaron lo vivido entre los días 16 y 21 de agosto.
Durante el mes de agosto, Madrid experimentó un aumento del 42% en las visitas a la ciudad y el ayuntamiento de la capital española, junto a Patrimonio Nacional, reconoció la aportación de la JMJ concediéndole el Premio de Turismo de la Ciudad de Madrid por “su contribución a la proyección internacional de la ciudad”.
El arzobispo de Madrid recogió el galardón en nombre del Comité Organizador Local de la JMJ y destacó que “la acogida de la ciudad de Madrid ha sido fundamental para el éxito de la Jornada”.
Por su parte la Confederación de Empresarios de Madrid (CEIM) estimó el beneficio económico obtenido por la ciudad en 160 millones de euros.
El sector más beneficiado por la JMJ fue el hostelero, que recibió 39 millones de euros, sólo con el reparto de comidas a los peregrinos inscritos en la JMJ.
La Comunidad de Madrid estimó que la Jornada Mundial de la Juventud supuso un incremento de 148 millones de euros en el Producto Interior Bruto de la región. Internet también fue testigo del aumento del interés sobre la capital española. Sólo en Google se ofrecen más de siete millones de resultados en las búsquedas sobre Madrid y la JMJ.
El portal de viajes Skyscanner ha emitido un informe en que se reconoce que el interés por los vuelos hacia Madrid desde todo el mundo ha aumentado un 70%.
Al Venerado Hermano
Antonio María Cardenal Rouco Varela
Arzobispo metropolitano de Madrid
Presidente de la Conferencia Episcopal Española
Al regresar a Roma después de los inolvidables días de mi Visita Pastoral a Madrid para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud, quisiera manifestar a Vuestra Eminencia mi más cordial reconocimiento por las innumerables muestras de hospitalidad y las continuas atenciones que me ha dispensado durante mi reciente permanencia en España.
Ruego también que Vuestra Eminencia transmita mi viva gratitud a los Obispos sufragáneos, a los Obispos auxiliares, al clero, a las comunidades religiosas y demás colaboradores en esa querida Iglesia particular de Madrid, así como a las Autoridades Nacionales, Autonómicas y Municipales, a las Fuerzas de Seguridad, al personal sanitario y a los incontables voluntarios que se han empeñado en tan magno evento juvenil.
Del mismo modo, tenga la bondad de hacerse intérprete de mi afecto ante los miembros de la Conferencia Episcopal Española por su decidido apoyo a este importante acontecimiento eclesial, y manifieste asimismo mi cercanía a los presbíteros y representantes de la Vida Consagrada por su generosa implicación en este significativo encuentro. Que todos y cada uno de los que han hecho posible esta fiesta de la fe que hemos vivido juntos, cooperando en ella de diferentes formas y entregando lo mejor de sí mismos en su preparación, desarrollo y feliz culminación, sepan que los llevo gozosamente en mi corazón.
Correspondo complacido a tanta deferencia como he experimentado a lo largo de mi Viaje Apostólico, suplicando a Dios que enriquezca a todos los hijos de esas nobles tierras con la abundancia de dones de su amor y misericordia, que sirvan particularmente a las nuevas generaciones para mantenerse arraigadas y edificadas en Cristo, firmes en la fe y dispuestas a anunciar a todos la alegría que supone vivir en plenitud el Evangelio, dándolo a conocer con valentía a cuantos nos rodean.
Con estos sentimientos, y a la vez que confío a la intercesión de Nuestra Señora de la Almudena a Vuestra Eminencia, a los Obispos, sacerdotes, seminaristas, religiosos y fieles de Madrid y de España entera, les imparto de corazón una especial Bendición apostólica, prenda de abundantes dones divinos.
Benedicto XVI