Ramona Estévez, la anciana de 91 años a la que se le retiró la sonda nasogástrica el pasado 23 de agosto -negándosele el alimento y la hidratación- después de que la Junta de Andalucía mediara ante el personal médico para ello en cumplimiento de la Ley de Muerte Digna, falleció ayer martes en el Hospital Blanca Paloma.

Así lo han dado a conocer fuentes cercanas a Europa Press que informa de su fallecimiento 14 días después de la retirada de la sonda en el citado centro hospitalario.

La Asociación Derecho a Vivir (DAV) había interpuesto dos denuncias. La primera para pedir el restablecimiento de la sonda nasogástrica a la paciente y la segunda contra la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, y contra el hospital Blanca Paloma por un posible delito de omisión del deber de socorro y otro de inducción o asistencia al suicidio.

No obstante, el juzgado ha archivado estas dos denuncias porque, según fuentes de la Fiscalía onubense, la asociación "no es parte interesada en el procedimiento y no se aportan indicios de que haya habido delito".

Sin embargo DAV cuestiona que esa haya sido "la voluntad" de la paciente pues no existe testamento vital ni se ha certificado "en modo alguno prueba que lo avale, solo el testimonio de su hijo sobre lo que supuestamente le habría manifestado su anciana madre".

"Un testimonio insuficiente, como expresó DAV en su querella, ya que no hay constancia probatoria que exprese por parte de la paciente una voluntad ´seria, expresa e inequívoca´, como exige la ley, para que se efectúe esta retirada de cuidados básicos".