Javier Salinas Viñals, que fue obispo de Mallorca y desde 2016 era obispo auxiliar en Valencia, cumplió los 75 años el 23 de enero, presentó su renuncia por motivos de edad, como es normativa, y el Papa Francisco se la ha aceptado este 13 de febrero.

En Valencia quedan así sólo dos obispos auxiliares en activo: Vicente Juan Segura, de 64 años, y Arturo Pablo Ros Murgadas, de 58 años, nombrado obispo auxiliar en 2016, con 52 años.

Un itinerario infrecuente

El caso de Viñals es de lo más infrecuente. Se formó y se ordenó sacerdote en Valencia. En 1992, muy joven, con 44 años, fue designado obispo de Ibiza, en las Islas Baleares. Cinco años después, pasaba a ser obispo de Tortosa, diócesis catalana que tiene bastantes pueblos también en la provincia de Castellón, Comunidad Valenciana. Permaneció allí 15 años.

Después, en enero de 2013, tomó posesión de la diócesis de Mallorca, con unos 800.000 habitantes (diez veces más población que Ibiza).

Hasta ahí, todo normal: los obispos valencianos y baleares se intercambian de una a otra diócesis y también por Cataluña de forma habitual.

Un escándalo en Mallorca que él siempre negó

Pero en Mallorca Salinas se vio envuelto en un confuso escándalo. Nombró como secretaria de Relaciones Institucionales a Sonia Valenzuela van Moock-Chaves, hija de la condesa sevillana de Albercón, profesora asociada del departamento de Economía Aplicada de la UIB y profesora universitaria. Ella formaba parte de un grupo de oración con el obispo.

En 2015, el marido de Valenzuela, Mariano España, escribió al Nuncio y luego explicó en prensa, que el obispo estaba implicado en una "interferencia matrimonial" y mantenía una "relación impropia" con la madre de sus tres hijos. El marido explicaba que habló varias veces con él para que se mantuviera alejado de su esposa y familia y no le hizo caso, por lo que sacó el tema a la luz y escribió al Papa, al Nuncio y al cardenal Mamberti, prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica. El obispo Salinas negó que hubiera nada impropio ni inadecuado y lo atribuyó a malentendidos.

Volver a ser obispo auxiliar

Apenas un año después, en 2016, se producía el insólito caso de que un obispo que 68 años que pastoreaba una gran diócesis fuera designado por el Papa como obispo auxiliar en su Valencia natal, donde le acogió el cardenal Cañizares, arzobispo de Valencia.

Pero es que además Cañizares ya acogía a otro obispo con itinerario infrecuente, Esteban Escudero, que había sido obispo de Palencia de 2010 a 2015 y había vuelto también a Valencia como auxiliar, renunciando por edad en 2021. Valencia se convertía en un peculiar refugio de obispos titulares que volvían a su origen como auxiliares.

Lo cierto es que en esta diócesis de 3 millones de habitantes y 650 parroquias, la mayoría muy vivas, no falta trabajo para obispos auxiliares y Cañizares hizo trabajar a los 3 que tenía.

Ahora, cumplidos los 75, Salinas ve aceptada su renuncia. También Cañizares vio aceptada su renuncia en octubre de 2022.

El nuevo arzobispo en Valencia es, desde octubre, Enrique Benavent, que antes fue obispo de Tortosa, como Salinas.

Le quedan así sólo dos obispos auxiliares en activo: Vicente Juan Segura, de 64 años, y Arturo Pablo Ros Murgadas, de 58 años, nombrado obispo auxiliar en 2016, con 52 años.