Siete imputados de la Asociación Universitaria Contrapoder han negado este jueves durante su declaración ante un juez de Pozuelo haber participado el pasado 10 de marzo en la profanación de la capilla de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ubicada en el campus de Somosaguas cuando un grupo de jóvenes organizados accedió al interior del templo y profirió insultos contra la Iglesia Católica, han informado fuentes jurídicas.
Un total de seis mujeres y un hombre han acudido en calidad de imputados al Juzgado de Instrucción número 3 de Pozuelo para declarar por un delito de atentado contra la libertad religiosa y coacciones a instancias de una denuncia interpuesta por el sindicato de funcionarios Manos Limpias.
Con "actitud desafiante" en sus palabras, según las mismas fuentes, los jóvenes universitarios han reconocido pertenecer a Contrapoder, si bien han negado que participaran en el asalto al templo, ya que en esos momentos se encontraban en un seminario de feminismo. Asimismo, han negado que esta asociación universitaria estuviera detrás de la convocatoria para profanar la capilla.
Además, han indicado al juez que Contrapoder es "una asociación universitaria asamblearia, sin jerarquías y donde ninguno manda". Seis de los siete imputados se han negado a contestar a las preguntas de la acusación popular, que representa al sindicato Manos Limpias. Esta parte pretende acreditar la autoría de estos jóvenes en los hechos que se investigan, así como quién está detrás de la convocatoria.
Solo una de las chicas imputadas ha respondido a la letrada de Manos Limpias, a quien ha indicado que entró en la iglesia como mera espectadora. Sin embargo, la imputación de esta joven se deriva de la identificación que hizo un compañero a la Policía.
Entre otras diligencias, Manos Limpias solicitará que se realice una fisonómica con la finalidad de que se cotejen los fotogramas colgados de los hechos en la página web de Contrapoder con fotos dubitadas de los imputados extraídos de sus documentos. Asimismo, pedirán la testifical del restos de la Facultad de Ciencias Políticas, puesto que fue testigo de la marcha de los jóvenes desde el local de Contrapoder hasta la capilla asaltada.