Las cifras cantan. Cuando aún quedan dos meses para la Jornada Mundial de la Juventud (16 a 21 de agosto), ya hay 300.000 jóvenes extranjeros inscritos y se han recibido 15 millones de euros de los patrocinadores y 1 millón de euros de los pequeños donantes.
"No hemos recibido ni un solo euro de ninguna Administración pública ni lo vamos a recibir", subrayó el director financiero de la JMJ, Fernando Giménez Barriocanal, al informar este martes a los medios sobre las cuentas del evento. De los 50 millones de gasto presupuestado, el 30% vendrá de las empresas privadas financiadoras y el 70% restante de quienes participen en la jornada.
Así que la visita de Benedicto XVI "no costará ni un solo euro a los contribuyentes". Lejos de eso, la JMJ "dejará al menos unos cien millones de euros de beneficios para España, en términos de proyección internacional e inversión en productos españoles durante la estancia".
Las cuentas de la JMJ han sido el último argumento escogido por los laicistas para cargar contra la Iglesia, de modo que los responsables de los actos han tenido que explicar obviedades.
Habrá, como es lógico, una utilización de servicios públicos (espacio, seguridad, protección civil) acorde con la importancia del acto y su carácter masivo.
En cuanto a las exenciones fiscales de que gozarán los patrocinadores, Barriocanal las cifró en torno a quince o veinte millones de euros desgravables. Pero hay actualmente otros catorce eventos acogidos a desgravaciones similares (milenio de la fundación del Reino de Granada, Barcelona World Race, Guadalquivir Río de Historia, salida de la Vuelta al Mundo Alicante 2011, etc.), cuyo montante total exento se va a elevar a 263 millones de euros. Incluso en ese apartado, la JMJ sólo supondrá un 6% del total retraído a Hacienda por acontecimientos que ni reunirán tanta gente, ni contarán con la presencia de una personalidad de la relevancia del Papa.
Y aunque los patrocinadores gozarán de excenciones fiscales