El Banco Sabadell tiene un departamento especializado en atender a Instituciones Religiosas, y su director, Santiago José Portas Ales, explica a ReL el sentido de esta especialización, que el Sabadell heredó al adquirir el Banco Atlántico en 2004 y ha ido acrecentando.

“El Banco Sabadell adquirió el Banco Atlántico y, con él, heredó su sección de instituciones religiosas, una sección que creó hace unos 40 años. El Sabadell a lo largo de su historia ha adquirido 16 bancos, y siempre respeta las estructuras previas con los clientes. También había muchas entidades de este tipo cuando el Sabadell adquirió la Caja de Ahorros del Mediterráneo. Probablemente, desde que el Banco Popular fue absorbido por el Santander, somos la segunda entidad bancaria en España con más clientes de este tipo”, calcula Portas.

Su departamento atiende a entidades católicas, de otras confesiones religiosas y a ONGs, “porque tienen una estructura similar”.

“Hablamos de instituciones sin ánimo de lucro, algunas con carácter social y asistencial, con un marco de comisiones y gastos muy ajustado. No hay accionistas: todo redunda en su propia obra. Recientemente hemos firmado un acuerdo con Concapa, la Confederación de Padres de Alumnos de escuelas católicas. Es un buen ejemplo: no tiene sentido que las ampas de los colegios, con una labor reducida, sean tratadas como un comercio”.

No es sólo el tamaño: también la ética

Además de la estructura y el tamaño, hay otra consideración que es ética e incluso doctrinal.

“Las entidades católicas buscan seguir la Doctrina Social de la Iglesia a la hora de gestionar su patrimonio. Nosotros ofrecemos, por ejemplo, un fondo de inversión, el Sabadell Ético y Solidario, que sigue la Doctrina Social. Da tranquilidad al cliente, que puede ser una congregación, o una diócesis, ver que no se invierte en nada contra sus principios y doctrinas”, explica Santiago José Portas.

“Además, con estos fondos se apoya un trabajo solidario que está creciendo desde hace 10 años, año tras año. En 2018 se concedieron ayudas por importe de 460.000 euros repartidos en 30 proyectos. Cada año una parte va a Manos Unidas y otra a Cáritas, que son las entidades con proyectos que más dinero reciben. 

Portas cree que en este sector el Sabadell se distingue de la competencia, especialmente, a la hora de financiar operaciones singulares. “Pensemos en la  reforma de una parroquia, o la construcción de un colegio… son operaciones que necesitan un largo plazo de amortización. Hacemos préstamos a parroquias hasta a 20 años, algo que en el ámbito empresarial sería inviable. Y damos facilidades de retorno”.

Santiago José Portas Ales, el primero a la izquierda, en la presentación del libro "El Papa de la Ternura", con la subdirectora general de Banco Sabadell, Blanca Montero, el cardenal Osoro, el periodista Andrea Tornielli, Fernando Giménez Barriocanal, la periodista Eva Fernández y monseñor Michael Crotty, consejero en la nunciatura española, entre otros

Cuando el Ayuntamiento no paga... ¿quién adelanta el dinero?

Otra actividad peculiar se da por la situación especial que se da a menudo en España cuando sus ayuntamientos y comunidades autónomas se retrasan meses y meses a la hora de pagar sus acuerdos con entidades educativas o asistenciales o sanitarias.   

“En financiación nos demandan mucho el anticipo de subvenciones que se retrasan, sobre todo en actividades concertadas educativas, sanitarias o asistenciales. Tenemos pólizas de crédito adaptadas que dan esa cobertura, sin presentar dificultades de pago”, explica Portas.

Otra necesidad importante se da en los colegios en todo lo que se refiere a la gestión de recibos y tesorería, y a la gestión de recursos, “sobre todo en casos de congregaciones con colegios repartidos por todo el país. Servicios informáticos, financieros, emisión de recibos, apoyo a las asociaciones relacionadas con el colegio o la congregación… Cuando apoyamos a una congregación, diócesis, etc... marcamos condiciones extensibles a todas las entidades bajo su paraguas, sean colegios, scouts, movimientos católicos, profesorado, empleados...”

Otro ejemplo del tipo de servicios que es necesario cubrir es el reciente acuerdo con Concapa. “Hay que dar cobertura a una necesidad que tienen las AMPAs (asociaciones de madres y padres de alumnos), que son entidades pequeñas, con pocos recursos, que a veces no interesan a los bancos. Quieren acceder a una cuenta básica. El AMPA es parte de la vida de los colegios y las congregaciones y en el Sabadell atendemos a unas 2.800 AMPAS”.

Hay, al final, años de experiencia y flexibilidad para encontrar las soluciones que necesita un sector tan variado como es el de las entidades religiosas y sus asociaciones.