Mª Ángeles Arredondo fue uno de las 15.000 jóvenes que participó en el Encuentro Europeo de Taizé que se celebró en Madrid entre el 28 de diciembre y el 1 de enero. Esta joven granadina de 18 años participaba por primera vez en un evento religioso de estas características animada por un sacerdote que la conocía.
“Para mí, estos días en Madrid han estado llenos de momentos y vivencias positivas. Entre ellas, puedo destacar los momentos de oración tanto en la parroquia de acogida, en la que estábamos un grupo reducido de personas, como en las grandes iglesias del centro de la ciudad y en IFEMA, donde nos reuníamos aproximadamente 15.000 jóvenes europeos para rezar en silencio y también mediante los cantos de Taizé”, explica en una entrevista para la Diócesis de Málaga, en cuya provincia estudia en la universidad.
"He podido madurar en la fe"
La joven explica además que “esta convivencia me ha mostrado la perspectiva de una iglesia joven, activa y viva en la que la unión y el entendimiento entre personas de diferentes nacionalidades, culturas y religiones es posible y necesaria, y me ha hecho darme cuenta de la diversidad y extensión de la misma”.
Mª Ángeles ya ve frutos de estos días en Madrid, pues asegura que “he podido madurar en la fe, desarrollando una mayor capacidad de escuchar a Dios y una relación íntima con Él, dejándole que se manifieste en la cotidianidad de nuestras vidas”.
Otra experiencia que ha traído esta joven del encuentro de Taizé ha sido el de la hospitalidad de las familias y congregaciones que han acogido a los peregrinos. “He quedado muy agradecida con las monjas franciscanas que nos acogieron en su convento, aunque lo habitual es instalarse en una familia de la zona, me he sentido como en casa y me llevo un gran recuerdo de todas ellas y de las personas que he conocido gracias al encuentro”, explica.