Con una carta pastoral titulada San José del Evangelio, ruega por nosotros, el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves convocó a toda la archidiócesis, al iniciar el año de San José el pasado mes de diciembre, a prepararse para el acto en el que iba a confiar a todos los sacerdotes, consagrados y a todo el pueblo de Dios a la protección de San José.
Durante los 7 Domingos que han precedido a la fiesta de San José en todas las parroquias, comunidades y movimientos se ha estado preparando este acto que culminó ayer en la catedral primada de Toledo y al que se unieron los párrocos desde las parroquias, así como los superiores religiosos y los padres de familias desde sus hogares, con un acto que fue retransmitido por el Canal Diocesano de Televisión.
Monseñor Cerro expresó al inicio de la celebración la importancia que para él como pastor de la archidiócesis tenía este momento del Año de San José con el que quería renovar aquel con el que hace 150 años el Beato Pío IX confió a toda la Iglesia a su celestial patrocinio.
En su homilía resaltó que San José se mostraba en este momento difícil de la historia como particular protector y cuidador de la familia, de las vocaciones sacerdotales y religiosas y de la vida contemplativa, no solo de los consagrados sino también de todos los hombres que en la Iglesia cultivan la vida interior.
El momento mas importante de la celebración llegó al final de la misa, cuando el arzobispo de Toledo, acompañado por una familia, un joven, unas religiosas, un sacerdote y un seminarista, puesto de rodillas ante la imagen de San José recitó las letanías josefinas aprobadas por San Pío X y pronunció el acto con el que confiaba a toda la archidiócesis a la protección y cuidado del Custodio del Redentor pidiéndole que “nos diera su corazón de padre para hacer de la Iglesia que camina en Toledo una iglesia con Corazón, que sabe responder con ilusión y esperanza a las necesidades de los hombres, anunciando con pasión y bondad, la belleza, novedad y alegría del Evangelio”.
Báculo entregado a San José durante la ceremonia de consagracion que tuvo lugar en la catedral de Toledo este 19 de marzo.
Este acto culminó con el gesto simbólico en el que monseñor Cerro entregó a San José un báculo hecho de madera que le habían regalado unos carpinteros en una visita pastoral. Con este gesto el arzobispo quiso poner en manos de San José su ministerio apostólico que se inició justo hace un año, pues tomó posesión como 121º arzobispo de la Iglesia primada el 29 de febrero de 2020.