Con casi 2 millones de habitantes, 260 parroquias y un vivo tejido social católico, la diócesis de Sevilla es una de las más importantes de España. Allí es arzobispo desde 2008 (primero como coadjutor) Juan José Asenjo, natural de Sigüenza (Guadalajara). Ahora el Ayuntamiento le ha hecho entrega del título de hijo adoptivo de la capital hispalense.
El arzobispo recibió el título de manos del alcalde socialista de la ciudad, Juan Espadas, en una ceremonia celebrada este miércoles en el auditorio del Palacio de Congresos y Exposiciones.
Una diócesis que se esfuerza por los que sufren
La prensa sevillana ha destacado estos días la contribución del arzobispo en el campo de lo social, especialmente relevante en el contexto de grave crisis económica de estos años.
Así, la provincia de Sevilla en 2019 tenía casi un 21% de paro, más incluso que en 2008, cuando tenía un 20%.
Como respuesta, los católicos han crecido en compromiso. Por ejemplo, en 2009, Cáritas diocesana tenía unos 2.000 voluntarios, mientras en 2019 ya tenía unos 2.900.
Asenjo también ha sido valiente contra el aborto, aunque el ayuntamiento no ha mencionado sus iniciativas en defensa de la vida, por ejemplo, cuando en 2010 criticó con fuerza un congreso de abortistas en la ciudad y pidió en una carta pastoral más acción y oración en defensa de la vida.
Seguir en Sevilla, con oración
El arzobispo, en la ceremonia de reconocimiento, declaró que su trabajo por los necesitados lo hizo "con mucho gusto, porque los pobres son los predilectos del Señor y tienen que ser también los predilectos de un pastor de la Iglesia”.
Asenjo, a punto de dejar de ser el pastor de los sevillanos, explica que quiere seguir anunciando a Jesucristo “en los meses que siga siendo arzobispo de Sevilla y después en mi jubilación. Como ya se sabe, me voy a quedar a vivir en Sevilla, colaboraré con mi sucesor en lo que me pida. Viviré en silencio y discretamente, y prestaré a Sevilla un servicio importante, que es el de la plegaria. A veces valoramos el activismo y no valoramos tanto el servicio que podemos prestar encomendando al Señor a todas las personas que el Señor me ha encomendado, y a las que he servido durante estos años”.
En la presentación del galardón, el periodista Cristóbal Cervantes, presentador del acto, alabó la mejora de la diócesis en el servicio a los desfavorecidos y que “ha reforzado la recuperación y protección del patrimonio histórico artístico de la Archidiócesis”.
“Para conocer su personalidad, es oportuno recoger sus propias palabras: amo a Cristo, amo a la Iglesia, más allá de sus manchas y arrugas, que son los pecados de sus miembros”, concluyó el presentador.