Era su momento. Manel Pousa, con Ferrán Monegal conduciendo el acto, estuvo en la presentación del libro que sobre él ha escrito Francesc Buxeda: Pare Manel. Més a prop de la terra que del cel. Fue en la librería Bertrand de Barcelona y decenas de seguidores suyos abarrotaron el local.
Pousa, sacerdote, ha sido llamado a capítulo por su obispo, el cardenal Lluís Martínez Sistach, por algunas de las revelaciones que contiene esta biografía, entre otras, que pagó un aborto, algo que hace tres años que se supo, hablándose entonces de más casos. Y que ha sido justificado como «un mal menor dentro de un caso muy complejo».
Otro de los asuntos que más ha dado que hablar en torno a la figura del sacerdote ha sido la revelación de la «amiga íntima» con la que no mantiene relaciones íntimas. Esa amistad fue comparada por un amigo suyo, Carles Flavià, según recoge el diario Avui, con la de Jesucristo y María Magdalena: «María Magdalena era prostituta. Manel no ha llegado a tanto. No sé a qué se dedica su amiga, pero no es prostituta».
Durante su intervención, el Pare Manel afirmó que se entendería con el arzobispo de Barcelona: «Estoy dispuesto a hablar siempre que haya buena voluntad», dijo, aunque no reveló el día en que tendrá lugar su encuentro con el cardenal. También lanzó duras acusaciones contra quienes, en su opinión, tienen una idea del sexo «aberrante y enfermiza».
En una sorprendente referencia, Flavià lanzó una velada advertencia política: «Es increíble que una persona con todas las condecoraciones civiles vaya a ser amonestada por la Iglesia». Pousa ha recibido, entre otras, la Creu de Sant Jordi, que concede la Generalitat catalana.