Francisco Serrano ha vivido un calvario del que sólo siete años después ha logrado salir, aunque por el camino el daño haya sido casi irreparable. En abril de este año pudo recuperar su plaza como juez de Familia que perdió en 2011 cuando fue víctima de la ideología de género tras ser inhabilitado.
Todo por modificar el régimen de visitas para que un menor pudiese cumplir su deseo de acudir con su padre a una procesión en Sevilla. Desde entonces, las feministas le colocaron en la diana y no pararon hasta que lograron que el Supremo le inhabilitara diez años. En 2016, el Constitucional revocó esta decisión, pero el CGPJ se negó a readmitirle en la carrera judicial. Finalmente, el órgano de gobierno de los jueces tuvo que rectificar y devolverle su puesto.
Tras recuperar su plaza como juez, y ejercer durante 40 días en Barcelona, Serrano ha pedido voluntariamente la excedencia para seguir con su despacho de abogados en Sevilla. Pero ahora la decisión ha sido suya, no impuesta.
Silenciado por "criticar la biblia de género"
En una entrevista con Confilegal, asegura que la caza a la que fue sometido se produjo por “criticar la biblia de género, las leyes basadas en la ideología de género que se aprobaron bajo las dos legislaturas del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, y que, por cierto, ha mantenido el PP incólume.
Francisco Serrano recuerda que “desde 1998 llevo diciendo que había que reformar las leyes para proteger a las mujeres que sufrían maltrato, pero dije que la situación no podría revertir de tal forma que se pegara un pendulazo donde se quebraran derechos fundamentales de los hombres por el hecho de ser hombres, y que se considerara a las mujeres víctimas por ser mujeres, porque eso, entre otras cosas, perjudica y también humilla a las mujeres”.
Ante la situación que ha vivido, el magistrado en excedencia confiesa que se ha sentido “machacado por el ‘lobby’ de género, y acosado por esa ideología, y ahora mismo el que no tiene perspectiva ideológica de género es perseguido en este país. Me han llamado ‘el juez machista’, ‘el cara papa’, ‘el defensor de maltratadores… Han llegado a decir que en mi despacho sólo se defiende a maltratadores y pederastas. Barbaridades”.
"El nuevo aquelarre de género"
En su opinión, “el castigo tan desproporcionado de expulsarme de la carrera judicial no deja de ser una represalia por no haberme amoldado y ser objetiva y socialmente correcto”.
Sobre esta nueva especie de dictadura, Serrano considera que “el nuevo aquelarre de género controla las instituciones, y casi a todos los partidos y medios de comunicación. De ahí, que sólo se dé publicidad y se pida el linchamiento de los violadores que ellas decidan. Yo pido el mismo trato para todos”.
Comparando a la represión soviética en los gulag, cree que ahora pasa "lo mismo. Aquí está por encima de todo la ideología de género. Y los jueces no tienen que tener perspectiva de género, sino estar sometidos al imperio de la ley, a la legalidad, a la objetividad y a la imparcialidad.
Y por otro lado habla del lobby LGTB, que “se está imponiendo en España por encima del poder político y de las leyes. Y está imponiéndose a través de una normativa. Es un disparate que en niños con 4 o 5 años se promocione la homosexualidad. Queremos jugar a ser pequeños dioses y estar por encima de la naturaleza”.