El sacerdote Javier García es el actual Delegado de Juventud de la diócesis de Santiago de Compostela (España). Un enclave singular dentro de la geografía española, ya sea por el fenómeno del Camino de Santiago o por ser una ciudad estudiantil. Pero, además de todo ello, Santiago padece males más habituales como pueden ser los de tener una población envejecida o una gran mayoría de jóvenes que ha perdido la fe.
En el marco del Encuentro Europeo de LifeTeen, que acaba de tener lugar en Montserrat, Barcelona (España), este pasado fin de semana, el sacerdote gallego, que ha participado en él, atiende a ReligiónEnLibertad para hablar de las claves de cómo acercar a los jóvenes a Dios, de lo que se espera del último proyecto marco de pastoral juvenil de los obispos españoles y de temas como el "boom" de la adoración eucaristía o la música cristiana.
-Desde su experiencia en este tipo de pastoral, ¿cómo diría que es el joven de hoy?
-Uno de los puntos fuertes a nivel de evangelización, que nos ayuda para llegar a ellos, es que hoy tenemos a unos jóvenes que, en general, son muy indiferentes ante el tema religioso. Sin embargo, hay un matiz muy importante, que cada vez están más heridos, y por eso hay jóvenes que llegan a partir de experiencias muy fuertes de Dios.
»También hay un tema clave que es el de tener amigos en la fe. En el informe de Fundación Santa María sobre los jóvenes de hoy se dice que la institución que más valoran es la familia, y, curiosamente, la familia está en un momento muy malo. Creo que la valoran porque quieren tener una verdadera comunidad.
»Cuando logras tener en la Iglesia un grupo donde los jóvenes tienen experiencia verdadera de Dios eso se convierte en una fortaleza muy grande. El secreto de la evangelización con los jóvenes en este tiempo es que hemos redescubierto la importancia del primer anuncio, de anunciar a Jesucristo, y no de hacer otras cosas, o solo entretenerlos, o de hacer actividades.
-¿Qué claves debe tener en cuenta el sacerdote que se dedique a la pastoral con jóvenes?
-La primera es hacer un equipo, eso es fundamental, un cura no puede evangelizar solo, debe hacer un equipo con jóvenes, y necesita también capacitarlos, formarlos para que evangelicen a otros jóvenes. Un cura que está solo puede empeñarse, trabajar... pero como no haya otros jóvenes es muy difícil. No hay nadie que mejor evangelice que otro joven. Un joven enamorado de Jesucristo tiene la capacidad de llegar a otros.
»Lo segundo... hay una frase de Don Bosco que dice que 'a los jóvenes no solo quererlos sino que sepan que los queremos'. El joven se tiene que sentir muy querido por ti. Cuando uno hace pastoral, en el fondo, lo que hace es amar mucho a un joven y desear para él lo más grande que es que se encuentre a Jesucristo y que lo siga.
»Y, por último, es la acogida incondicional. Tenemos a tantos chavales que han sido rechazados por sus amistades, que han fracasado académicamente... Es muy importante la acogida sin tener en cuenta su origen, sus fracasos, su historia... Una acogida incondicional al estilo de Jesús.
-Hay sacerdotes más mayores que puede que no entiendan la pastoral juvenil...
-No es un tema de edad, hay curas muy jóvenes que están más perdidos que los más ancianos en la pastoral juvenil. Ya sea porque no les interesa o porque prefieren la teología, la liturgia, y otras cosas. No ven la necesidad de llegar a los jóvenes, y, además, ellos mismos tienen mucha dificultad para conectar con otros jóvenes porque han sido jóvenes un poco 'perros verdes', de sacristía, que no han estado en el mundo, y a los que el tema de los jóvenes les resulta un mundo hasta agresivo, en el que se sienten inseguros.
»El problema no es la edad, yo conozco curas muy mayores que trabajan mucho más con los jóvenes que algunos de treinta. Es un tema de mentalidad, no de edad, el que quiere a los jóvenes se preocupa de evangelizarlos, los cuida.
- ¿Qué cosas buenas le ha pasado a la pastoral juvenil española en los últimos diez años?
-Las JMJ, por ejemplo. El Papa Juan Pablo II ha sido un hombre profético porque respondió a algo que era muy importante, que los jóvenes vieran a otros jóvenes y se contagiaran de la fe. Si invitas a un joven de hoy a un plan no te preguntará '¿cuánto cuesta?', o '¿cuántos días son?', sino '¿quiénes van?'. El joven de hoy no puede estar solo, necesita la compañía de otro, y ver que hay otra gente que cree.
»Otra cosa buena es el tema de los métodos de evangelización para jóvenes, desde LifeTeen con adolescentes hasta los retiros de fin de semana de Bartimeo y Effetá, los cursos Alpha. Y, me gusta que sean métodos, porque los puede usar cualquiera, en cualquier parroquia, cualquier delegación, un secretario de juventud, un movimiento…
»Y lo tercero, el ambiente juvenil. Desde la aparición de grupos de música, a creativos, el merchandising, dibujos... ha aparecido un verdadera cultura juvenil católica.
-El anunciado "proyecto marco de pastoral juvenil" de los obispos españoles: ¿qué debe evitar para fracasar?
-Tiene que ser un proyecto profético, porque el anterior, el de 2007, en el año 2012 ya estaba obsoleto, le faltaba ese acierto profético, no abordó el tema del primer anuncio, que, en seguida, fue un tema importante en la Iglesia. Era un proyecto marco que hablaba solo del cuidado, del acompañamiento, pero le faltó ese tinte profético. Fue un documento que era una radiografía de la pastoral juvenil pero que no tenía la capacidad de ver más allá.
»Hace falta que arriesgue un poco, que prevea que métodos se necesitan, en qué se va a meter, hacia donde desembocar, qué tipo de grupos de jóvenes va a generar. Es importante, porque viene ahora una 'Generación Alpha', que son nativos digitales, que tienen otro mundo, y otras formas de relacionarse incluso con Dios.
-¿Cómo ha sido su experiencia en el encuentro de LifeTeen de este año?
-Lo de Montserrat ha sido bestial, ver a cuatrocientos catequistas jóvenes, universitarios, veinteañeros apasionados por evangelizar a adolescentes. El ambiente era increíble, me impresionó lo centrado que estaba todo en cuidar al equipo, a las personas, la relación con los jóvenes, de cómo tratarlos... eso es lo que más aporta LifeTeen. Y, luego, ver cómo ha crecido, desde el 2019 no iba y desde entonces se ha multiplicado por tres, ha crecido muchísimo, cada vez más parroquias usan el método.
[LifeTeen es un método de catequesis y evangelización juvenil en pleno crecimiento en España. Llegó en 2011 desde Estados Unidos a la parroquia del Santo Espíritu de Tarrasa; en 2017 ya estaba en 60 parroquias españolas, y en 2023 son 220. A nivel mundial, se aplica en más de 1.800 parroquias, sobre todo en EEUU. Cualquier parroquia interesada en LifeTeen puede contactar para saber más en https://www.lifeteen.es.]
-¿Qué papel juega la música a la hora de evangelizar?
-La música es un lenguaje universal que llega a todos, pero, quien más música consume es la gente joven. Por fin hemos encontrado algunos grupos, o estilos musicales, que han conseguido llegar a esta generación.
»Por eso ha llegado tan fuerte Hakuna, pero, también, la música worship, tanto en inglés, como en castellano. Hillsong, Bethel, Maverick... tienen millones de visualizaciones. El mundo emocional del joven está expresado por la música, y por música que le ayude a rezar y que le acerque a Dios. Desde el principio del cristianismo ha sido un vehículo muy importante, antes era el gregoriano y ahora puede que necesitemos pop Hakuna.
-¿Cómo vive el "boom" de la adoración eucarística entre la gente joven?
-El tema de la adoración era un tema bastante olvidado, incluso en los años noventa estaba marginado en nuestra pastoral juvenil. Dentro de los encuentros de jóvenes nunca se planteaba tener una adoración del Santísimo. Y, ahora, se ha privilegiado, porque responde también a cómo es este joven, que busca tener un encuentro personal tú a tú con Jesucristo.
»Así como antes se hacían más liturgias o cosas grupales ahora el tema que atrae es la adoración, y es algo genial porque la adoración conduce al silencio, al encuentro con Dios, que es el objetivo de nuestra pastoral juvenil. La adoración forma parte de la gran apuesta que es presentar a Jesucristo.
-¿Cree que se puede caer en una pastoral demasiado 'emocional'?
-Creo que es un tópico que debemos saltarnos. El joven de hoy es un hombre emocional, y si no eres capaz de conectar, de afectarle interiormente pues quizá no le llegues. Habrá algunos que sí, que a través de la inteligencia solamente, pero esta generación es emocional, no piensa, siente, 'siento, luego existo'.
»Como nosotros no tengamos una propuesta que afecte interiormente y que toque la sensibilidad del hombre de hoy, no le llegaremos. Otro peligro diferente es caer solo en lo emocional, que la experiencia religiosa fuera solo una experiencia y que luego no tuviera ningún tipo de acompañamiento, de conversión... La fe tiene una forma de vivir, no es solo un sentimiento, pero también es sentir.
-Usted suele hablar de "pasear la cabra y matar la vaca", ¿cómo es eso?
-Es un refranero pastoral, cuando decimos 'pasea tu cabra' es que cada uno saca sus temas, en mi caso la pastoral juvenil, y eso no puede pasar nunca de moda. Y 'matar tu vaca' es que, a veces, algunas prioridades o acentos pastorales hay que dejarlos ya, porque nos están chupando la sangre y encima no dan frutos pastorales. Son trabajos que tienes que dejar para dedicarte a lo verdaderamente importante.