Sor Lucía Caram, argentina de nacimiento y catalana de adopción, lleva 16 años residiendo en Cataluña, en el Convento de Santa Clara de Manresa, como dominica contemplativa, desde donde realiza un gran activismo. Son frecuentes sus apariciones en TV3 y en radios de toda Cataluña, así como en diversos foros públicos. Tiene un espacio de Radio llamado “Punt de Trobada” en la Cadena SER, y otro en televisión llamado "El torn".
Su protagonismo mediático es muy grande en Cataluña. Frecuentemente es abordada por los medios de comunicación para dar una opinión sobre lo divino y lo humano desde su vocación de religiosa contemplativa.
A pesar de sus públicas simpatías con ERC y con Josep Lluís Carod Rovira, uno de sus dirigentes, del que llegó a decir que le enseñó a amar a Cataluña y a abrazar el nacionalismo, ahora considera que el tripartito ha tocado a su fin.
Dice Sor Lucía en su blog Sintonía cordial, alojado en Religión Digital, que «hemos llegado al límite. Y digo con pena que Montilla me ha desilusionado. Intentó mantener el seny y la cordura, y hablando poco nos hizo creer que era un hombre sensato que sabía contener a los rebeldes y ser prudente para dar pasos seguros hacia delante».
«Llega tarde. El final de fiesta es patético. El ambiente desolado. Las botellas están todas vacías, y ahora toca aguantar la resaca para poder, algún día, volver a celebrar con serenidad que Cataluña sabe ponerse en pie y renacer de las cenizas», señala Sor Lucía.
La monja dominica considera que «es la hora del cambio».
«Conocí a Artur Mas hace unos meses - dice Sor Lucía- y me convenció. Me convenció su humildad y su realismo; sus valores y su fe, su compromiso y su insobornable voluntad de trabajar por Cataluña».
Aunque la Iglesia es muy estricta en señalar que los religiosos no pueden participar activamente en la política de partidos, y menos en capaña electoral, la religiosa Caram se arroja a la arena política: «Algunos dirán que no puedo hacer política. Hoy digo que voy a ir a votar y digo a quién votaré, porque no hacerlo me parecería una grave omisión».
«No votaré, como dicen algunos, “al menos malo”, ni lo haré porque “así podré luego opinar”, votaré a Artur Mas porque es el mejor, porque es bueno y porque creo que sin populismos y con respeto a todos, tiene un proyecto, que pasa por la austeridad, y que nos ayudará a salir adelante después de estos años de ruina económica que nos está llevando a una ruina moral y a una falta de respeto a las personas que hace peligrar la convivencia y la paz».