El 6 noviembre la Iglesia celebra, con rango de memoria obligatoria, a los 2.053 mártires (11 santos y 2.042 beatos) de la persecución religiosa del siglo XX en España que están ya en los altares. San Pedro Poveda, presbítero diocesano y fundador de la Institución Teresiana, y san Inocencio de la Inmaculada, religioso pasionista, encabezan la multitud de santos y beatos, obispos, sacerdotes, consagrados y laicos, que dieron a Cristo el testimonio supremo del amor, martirizados en odio a la fe en España, entre 1931 y 1939, durante la persecución religiosa contra la Iglesia.
Tal y como explica la Conferencia Episcopal Española, “la evocación de los santos es un recordatorio de que todos, cada uno de nosotros con sus características peculiares, estamos llamados a la santidad. Es el caso de los más de 10.000 mártires de la persecución religiosa del siglo XX en España, de entre los que ya contamos con 2.053 en los altares”. Estos, continúan explicando, “son nuestros contemporáneos, hombres y mujeres como nosotros quienes, llegado el momento de la prueba, dejaron que les fuera arrebatada la vida por dar testimonio de su fe y lo hicieron como Cristo, perdonando. Esto es luz, esperanza y fortaleza para el mundo de hoy”. Las canonizaciones y beatificaciones siguen, de hecho este sábado 6 de noviembre se beatifican a 3 mártires Capuchinos en Manresa, en la diócesis de Vic.
Los tres mártires beatificados hoy 6 de noviembre de 2021, en Manresa, diócesis de Vic
El siglo XX, el siglo de los mártires
Con motivo de esta celebración, la Asociación Católica de Propagandistas, ha organizado un evento con el fin de que “la Iglesia no olvide a los hermanos que murieron sin renunciar su fe”. “En la sociedad actual no se entiende que celebremos el martirio, que es algo doloroso - el secretario nacional de la ACdP, Rafael Murillo-, pero para los católicos, no obstante es un momento de alegría: son hermanos nuestros que no han tenido miedo de amar a Jesucristo hasta el final”.
En este acto participó el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, y apuntó que en aquellos años, entre 1934 y 1939, se asesinó al 17,5% de los hombres eclesiásticos de España. Fueron –añadió, citando los estudios más recientes– más de 4.100 sacerdotes y seminaristas, más de 2,300 religiosos y más de 280 religiosas.
Estas religiosas, monjas concepcionistas de Madrid, sufrieron todo tipo de vejaciones y acabaron siendo fusiladas por los milicianos republicanos al comienzo de la Guerra Civil
“Durante el siglo XX la fe cristiana fue perseguida de modo violentísimo en todo el mundo”, continuó el obispo auxiliar de Madrid, donde las cifras más restrictivas hablan de tres millones de mártires de la fe. Especialmente graves fueron los casos de Albania –donde se encarceló a todos los sacerdotes–, la URSS –donde murieron unos 200.000 clérigos ortodoxos– o México. “El mito del siglo XX es que hubo un progreso moral, pero la realidad es que fue el siglo de la sangre, el más violento de la historia”, concluyó.