El embajador español en el Vaticano, Francisco Vázquez, terció ayer en la polémica que la Xunta mantiene con José Luis Rodríguez Zapatero por su decisión de no acudir a Santiago durante la visita del Papa. Vázquez afirmó que la reunión entre el jefe del Ejecutivo y el Pontífice se programó en la capital catalana, "una vez que haya cubierto la visita y se haya reunido con la Iglesia española". Según el mandatario socialista, Benedicto XVI tendrá así "un mayor conocimiento de la realidad" cuando se encuentre con el presidente del Gobierno.
 
El ex alcalde de A Coruña también interpretó las reticencias iniciales del Vaticano al viaje del Sumo Pontífice a Santiago durante el Xacobeo, que finalmente durará tan solo ocho horas: "El problema que se presentó era que ya tenía previsto viajar a Madrid en agosto de 2011 para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud, y una visita anterior implicaría una atención especial hacia España por parte de un Papa que no es tan viajero como Juan Pablo II". Vázquez apuntó que esta deferencia podría "levantar algunos recelos en la Curia".
 
El embajador resaltó las magníficas relaciones que mantienen actualmente la Santa Sede y el Ejecutivo español, de las que afirmó que espera que se mantengan hasta el final de la legislatura. La razón, según Vázquez, que "no está previsto hablar ni de eutanasia ni de libertad religiosa" y, por lo tanto, "no hay ningún proyecto de ley que pueda alterar ese escenario de tranquilidad".