Muchas personas se han emocionado al mismo tiempo que la ministra de Defensa, Margarita Robles, a la que le temblaba la voz este miércoles en el acto sencillo de reconocimiento a los militares en el Palacio de Hielo, donde desde el 24 de marzo ayudaron a custodiar 1.146 cadáveres en esa trágica morgue provisional a causa de la pandemia.
Ante los militares del Ejército de Tierra y de la UME en el Palacio de Hielo, la ministra de Defensa presidido un acto de despedida durante el que aseguró a las familias de los fallecidos que los militares “han estado aquí” permanentemente, acompañando.
“Estamos con las familias, lo sentimos profundamente en el corazón, y nunca les olvidaremos”, alegó la ministra. “Lo único que puedo decir, ya sé que no es un consuelo, es que quienes han estado en este Palacio, estos hombres y mujeres que han fallecido, no han estado solos. No les hemos podido salvar la vida pero que sepan que, por parte de nuestras Fuerzas Armadas, de la UME, del siempre han estado con ellos”, señaló Robles.
“No les han dejado solos ni un minuto, como nos decían los mandos, son nuestros soldados, nunca les dejaremos solos, nunca los vamos a dejar atrás”, prosiguió.
Los soldados, rodeados de difuntos y parientes de luto, “en todo momento han estado con ellos, acompañándoles, velando por su dignidad, por su respeto, orando cuando sabían que eran personas creyentes, es lo único que hemos podido hacer y lo hemos hecho de corazón”, concluyó.
En el acto, con la ministra de Defensa han acudido también la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Junto a ellos, también se encontraba el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro.
Acompañar, velar, orar... lo que se puede hacer incluso con los muertos, reconociendo su dignidad